2019 AÑO INTERNACIONAL DE LAS LENGUAS INDÍGENAS
Por
Gloria Valencia Vargas
Desde hace 20 años el 21 de febrero celebramos el “Día internacional de la
Lengua Materna”, esta conmemoración no solo es festejada por los pueblos
hablantes de lenguas originarias, sino por todos los que reconocemos nuestras
raíces, nuestra memoria histórica y la importancia de preservar la Lengua
Materna.
La
idea de celebrar el Día Internacional de la Lengua Materna fue una
iniciativa de Bangladesh y es aprobada en la conferencia general de la UNESCO
1999. |
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Sin
embargo, muchas lenguas maternas se están perdiendo y con esto la historia
ancestral de los pueblos.
“La
diversidad lingüística se encuentra cada vez más amenazada con un mayor número
de lenguas que desaparecen. Cada dos semanas como promedio una lengua desaparece
llevándose con su desaparición todo un patrimonio cultural e intelectual.”
En
el Estado de Hidalgo poco se hace para salvar estas lenguas, únicamente
pequeños esfuerzos de la sociedad civil. En estados como Veracruz, Oaxaca,
Campeche o Yucatán se llevan a cabo varios eventos culturales para difundir
su importancia y el estudio de la conservación de las lenguas originales.
En
esta región de Tulancingo la lengua indígena predominante es el otomí en
Santa Ana Hueytlalpan, San Pedro Tlachichilco, Santa María Asunción. Con
ella sobreviven varios aspectos de esta cultura como son su cosmovisión, la
historia, poesía, gastronomía, los rituales, la vestimenta, la narrativa y la
identidad.
En
la región de Acaxochitlán, en sus pueblos y los antiguos barrios la
lengua principal es el náhuatl y, en algunos lugares, el otomí. En la
Sierra Otomí Tepehua, se habla mayormente el otomí. Según algunos
estudios quedan muy pocos hablantes de la lengua tepehua.
Las
principales causas por las que estas lenguas se estén perdiendo son: La
discriminación de los pueblos indígenas, la marginación, la migración a las
ciudades, la pobreza, la ignorancia y falta de identidad de gran parte de los
mexicanos; la falta estudios serios acerca del tema, la escasa difusión sobre
las lenguas nativas, la separación de las lenguas en los programas de estudio y
la indiferencia de las autoridades de cultura sobre el patrimonio cultural.
A
una madre en Santa Ana Hueytlalpan, al cuestionarle su falta de interés
por hablar el otomí y enseñarlo a sus hijos respondió:
-No
quiero que la gente de Tulancingo se burle de mis hijos por hablar la lengua
como lo hicieron conmigo-
Algunos estudiantes en Acaxochitlán también respondieron: - En mi casa
ninguno de mis padres habla otro lenguaje que no sea español.
Sin
embargo, en el fondo no es posible entender ni valorar las enseñanzas si no
entendemos el lenguaje en las que fueron transmitidas.
“La vida de los hombres es su lenguaje; palabras en movimiento que guardan
dentro de sí la permanencia del mundo. Historias que repitiéndose se preservan a
pesar del tiempo, o quizás gracias a él en una firme forma de resistencia. El
lenguaje es para algunos pueblos su vida misma; su fuga a la opresión Arte que
es preservación y también creación cotidiana…”
Carlos Montemayor, ARTE Y PLEGARIA EN LAS LENGUAS INDÍGENAS DE MEXICO.
A
pesar de todo lo expuesto, todavía podemos escudriñar el conocimiento, la
ciencia y la sabiduría patrimonial respetando y motivando a los pueblos
indígenas junto con la sociedad en general a preservar esta parte del patrimonio
cultural intangible: LA LENGUA MATERNA.