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CARSO HUASTECO
Por Gloria Valencia Vargas
Los tulancinguenses estamos
hermanados con los huastecos, no solamente culturalmente, geográficamente
estamos cerca a la Huasteca.
La Subprovincia de Carso Huasteco limita al norte con las subprovincias, Sierras y Llanuras Occidentales y Gran Sierra Plegada, abarca
desde Ciudad Valles, San Luis Potosí, hasta las inmediaciones de Teziutlán,
Puebla. Es también una sierra plegada.
Gran
parte de esta subprovincia queda dentro del estado de Hidalgo, donde cubre
9,712.93 km2 de su superficie total y comprende varios municipios,
entre ellos: Huejutla, Altlapexco, Huazalingo, Pacula, Jacala, Jaltocan y otros
más. Así como partes de los municipios de Acatlán, Agua Blanca, Tenango de
Doria, San Bartolo Tutotepec y Hueuetla.
Sin duda es la
vegetación la que nos atrae a esta zona, en Huehuetla, San Bartolo Tutotepec,
Tenango de Doria y la sierra alta Huasteca podemos admirar al bosque
“Mesófilo de Montaña”. En las zonas donde crece el bosque mesófilo, son
frecuentes las neblinas la alta humedad atmosférica, por consiguiente, la
disminución de la luminosidad. Con respecto a los climas estos son
principalmente semicálidos-húmedos con variaciones en la precipitación de
1,500 a 3,000 mm.
El bosque
mesófilo de montaña recibe también los nombres de bosque de niebla, bosque de
neblina, bosque húmedo de montaña y selva nublada.
“La
distribución geográfica del bosque coincide con las áreas más expuestas, a la
influencia de los nortes. Fisonómicamente, es un bosque denso que incluye
árboles perennifolios y de hoja decidua de 10 a más de 20 metros de altura”
INEGI
Los servicios
ambientales que proporciona son, captura de agua y carbono, conservación de la
biodiversidad y del suelo, formación de materia orgánica, detiene la erosión,
regula el clima, provee de productos forestales, medicinales y alimenticios.
También proporciona una serie de atractivos al paisaje.
Al adentrarnos en
la sierra Otomí Tepehua o en la sierra alta Huasteca, vemos con gran
preocupación los terrenos arrasados, ya sea para uso agrícola o para la
ganadería, en cerros, lomeríos y montañas, se hace una explotación irracional
del bosque, en su lugar aparecen zacatales y matorrales de carácter secundario.
Al no permitir el restablecimiento del bosque debido al pastoreo intensivo, los
terrenos se degradan y pierden la capacidad de absorber y almacenar eficazmente
el agua, se favorecen los procesos erosivos del suelo. El bosque de niebla está
desapareciendo y con él todos los beneficios al ambiente y a la humanidad.
Otro factor de daño a esta
tierra es la agricultura:
“Debido a las
condiciones climáticas favorables para efectuar permanentemente la agricultura
sin necesidad de riego grandes áreas de selva han sido taladas y quemadas. Este
sistema de agricultura seminómada característico en muchos lugares del estado de
Hidalgo, consiste en la secuencia de desmonte y la siembra en unas cuantas
temporadas y en forma sucesiva y después el abandono del terreno debido al
empobrecimiento del suelo. Esto ocasiona que la selva clímax desaparezca y
dichas zonas se conviertan en un mosaico de comunidades secundarias de tipo
herbáceo... También los pastizales mantenidos artificialmente propician la
alteración de la vegetación natural.” INEGI
Parece que el tema del medio ambiente no está en la agenda de los presidentes
municipales, a los que no les interesa el desarrollo sustentable, algunos
prometen lo de siempre; que plantaran miles de árboles y nunca cumplen.
Sus comentarios serán bien recibidos y tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com.
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