Las Aguas Termales en Hidalgo
Por Gloria Valencia Vargas
Uno de los placeres que más
disfrutamos los seres humanos es el del baño y más si es con agua tibia o
calientita, hábito que en Mesoamérica heredamos de nuestros antepasados
indígenas.
Cuentan los españoles cómo los
pueblos nativos de México tenían un gusto especial por el baño. Así lo refiere
Bernal Díaz del Castillo y escribe sobre los hábitos de limpieza del
Emperador Moctezuma:
“Era muy pulido y limpio
bañabase cada día una vez a la tarde... Era muy limpio de sodomías, las mantas y
ropas que se ponía un día no se las ponía sino después de cuatro días...”
En otra de las crónicas se dice
que se bañaba y se cambiaba la ropa todos los días.
“No olvidemos la huertas de
flores y árboles olorosos y de los muchos géneros que ellos tenían y el
concierto y paseadores de ellas y sus albercas y estanques de agua dulce”.
Aguas Minerales
“Exceptuando el distrito de
Apam, no hay otro de los del Estado en que falten aguas minerales,
si bien algunas de ellas la mayor parte si se quiere, no son examinadas
científicamente todavía....
En Atotonilco el Grande,
hay las famosas termales, situadas como a una legua al N.O. de la villa
del mismo nombre, al pie de una montaña de piedra caliza, de formación
primitiva, y muy áspera; brotando el líquido que contiene cal y fierro en
combinación, en cantidad de 3 octavos pulgadas cuadradas y con una
temperatura de 70º del termómetro de Reamur. En el mismo lugar se
han construido unos baños sin comodidad de ninguna clase. Los enfermos que allí
concurren con mayor esperanza de curarse son los atacados de reumatismo,
inflamaciones nerviosas, erupciones y toda clase de enfermedades cutáneas.
En el distrito de Tulancingo, en la barranca de Alcholoya, hay
algunas vertientes conocidas con los nombres de San Pablo, La Calera y La
Cueva, se ignora que sustancias químicas contienen
En el Cardonal,
perteneciente al distrito de Ixmiquilpan, se conocen las aguas que tienen
su nacimiento en la gruta llamada Tonaltongo o Tolantongo; pero se
ignoran las sustancias químicas que ellas contienen.
En Pathé, Pathé Chico y
Taxidó, de Huichapan, hay baños termales sulfurosos en el primer lugar y
alcalinos en los dos últimos.
Zacualtipán,
la joya más preciosa de Hidalgo, la fracción menos explorada, casi virgen
del territorio, posee también aguas ferruginosas...”
Nos llama la atención que se
menciona en este artículo como “Joya Preciosa” a Zacualtipán,
hoy vemos con tristeza que sus bosques y manantiales fenecen por la acción
destructiva de sus pobladores.
A través de la historia de la
región minera de Pachuca y del Valle de Tulancingo, los baños de
aguas termales de Santa María Amajac han sido famosos:
“Al
O. N.O 5 grados N a distancia, legua ¼ de Atolonilco se hallan los
famosos baños de aguas termales, tan calientes que cualquiera ponderación
es corta, yo mismo he ido a buscar salud a ellos y aunque no la he encontrado,
se que otros más felices y en peor estado han salido de allí perfectamente
sanos: bien sea pues que en sí las aguas son benéficas o que cura la fe que cada
uno lleva, merece que aquel sitio esté en disposición y que puedan bañarse
racionales, con alguna comodidad y que los pobres,
todo tengan siquiera un tinglado en donde recogerse después del baño, puesto que
como promueve tanto sudor, sucede que por falta de abrigo suelen morirse sin más
causa y a lo menos no curan sus lacras...”
(“Introducción al Padrón” 1791).
Es tiempo para
reflexionar y hacer algo para conservar toda esta riqueza.