LOS
ANTOJITOS DE TULANCINGO
Por Gloria
Valencia Vargas
Sí, nos referimos a esos
gustos que por años fueron una tradición. Ya las tortillas, enchiladas, los
guajolotes, los tamales no tienen ese sabor de antaño, ¿dónde quedaron esos
pambazos, cuyo pan era hecho especialmente para pambazos?, ¿dónde quedó
el queso tan sabroso con el que acompañábamos las enchiladitas y tacos? No se
diga de los bolillos y teleras, los cocoles de anís, los tradicionales, que eran
acompañados con nata.
Aromas, texturas y sabores
auténticos se han perdido para dar paso a la comida acartonada, ya ni las
tortillas saben a masa de maíz natural, ya los chiles serranos y los tomates le
dan un sabor muy distinto a la salsa verde.
Desde que el proyecto
neoliberal se implantó en México todo ha sido pérdida, se arruinó la agricultura
y la industria lechera, para dar paso a la importación de alimentos de muy baja
calidad, por lo que comemos comida industrializada que nada tiene que ver con
los alimentos que elaboraban nuestros antepasados.
El estado de Hidalgo junto a
otros estados ha perdido la autosuficiencia alimentaria.
Autosuficiencia en Hidalgo
Inalcanzable. -La
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación la
FAO establece que un país debe de tener autosuficiencia alimentaria por lo
menos 75%; México apenas alcanza el 55% y el síntoma más es que importa hasta el
45% de los alimentos.
En tiempos mejores Tulancingo
era conocido como el Valle fértil, la entrada de la Sierra, Primer Centro Textil
Lanero de la República Mexicana. ¿Qué es hoy Tulancingo?
“Todo el terreno del distrito
es feraz y sin recurrir a pueblos fuera de su comprensión se haya provisión
competente de los granos que se cosechan de las plantas cereales y leguminosas
como el maíz, trigo, cebada, haba alverjón lenteja y frijol, excepto el garbanzo
que, aunque se da no se ha introducido hasta ahora el mejor método para su
cultivo. Lo mismo sucede con todo género de hortaliza, siendo este uno de los
ramos que forman una no pequeña parte de la industria del pueblo de Tulancingo…
En algunos pueblos de la municipalidad de Tenango se siembra la caña de azúcar,
de la que hasta ahora no sacan más que piloncillo… En la sierra nace
espontáneamente el algodón, el tabaco, el añil… Descripción geográfica y
estadística del distrito de Tulancingo 1825.
Podemos apreciar que no
pueden saber igual los alimentos con productos procesados que con los productos
originales, frescos y naturales además de las recetas de antaño, sabemos que
todo evoluciona, pero el “patrimonio cultural intangible”
debe conservarse.
En renombrados restaurantes
de Pachuca se ofrecen las tulancingueñas; unas tortillas de harina de
trigo, con jamón y queso, que nada tienen que ver con nuestras enchiladas, que
se vendían en la puerta de algunas casas y negocios por las noches; una tortilla
chica, salsa verde o de molito, frita en comal especial, cebolla finamente
picada, lechuga y queso ranchero desmenuzado y no podía faltar un poco de pollo
desmenuzado también, junto con éstas se freían los molotes y los taquitos
dorados que aquí en Tulancingo eran pequeños ¿sería el hambre de la tarde? pero
qué exquisito era comprar y comer cinco enchiladas sobre papel de estraza por un
peso. En cuanto a los tamales, quienes los elaboraban batían bien la masa hasta
quedar en su punto, que rico era saborearlos.
Los pambazos los vendían el
jueves, pero no eran grasosos, tenían un sabor ligero a chorizo y papa bien
molida con su lechuga y queso, el pan como les he mencionado era especial y
pequeño.
Esperamos regresar a la
cocina orgánica y sobre todo rescatar el campo y así lograr una óptima
alimentación.
Hasta la
próxima.
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