BIENES CULTURALES
Por Gloria Valencia
Vargas
Hemos definido
ampliamente el significado de “Patrimonio Cultural”, forman
parte de este legado los monumentos históricos, artísticos y
arqueológicos, bienes muebles e inmuebles. ¿Cuál es el concepto de
monumento? , lo define la Real Academia como:
“Objeto o documento
de utilidad para la historia o para la averiguación de cualquier hecho.
Pueden, por tanto, ser bienes muebles o inmuebles y se caracterizan por
su valor representativo, por lo que materializan y significan para la
reconstrucción fidedigna del pretérito”
Se
denominan bienes culturales muebles:
Pinturas y
esculturas.
Joyas, monedas y
sellos.
Instrumentos
domésticos, religiosos, musicales, agrícolas, de pesca y de caza y
armas.
Mobiliario, objetos
artesanales e industriales.
Vehículos, acuáticos,
terrestres y aéreos.
Documentos escritos.
LA PROTECCIÓN
JURÍDICA DE LOS MONUMENTOS ARQUEOLÓGICOS E HISTÓRICOS EN MÉXICO José de
Jesús Valdés Rodríguez.
En otro párrafo
se define como monumento lo siguiente: Obra material, grandiosa y
soberbia; objeto o documento es de utilidad para la historia. Cualquier
obra científica, artística o literaria que es o debe ser venerada por la
posteridad.
La Carta de
Venecia.
Al hablar de monumentos, en su artículo I. “Se refiere no sólo a las
grandes creaciones sino también a las obras modestas que han adquirido
con el tiempo una significación cultural.”
A Tulancingo se
le reconoció en el pasado en los siglos XIX y XX como una
“ciudad culta”, con ciudadanos que valoraron su acervo cultural e
histórico, llegó el siglo XXI y con éste el deseo de borrar todo.
Algunos
funcionarios, caciques, herederos, falsos promotores y nuevos ricos,
utilizan la cultura para su beneficio personal, olvidando que
Tulancingo tuvo un Teatro en el que se presentó la diva Ángela
Peralta; un Observatorio Flamarión, donde e Ingeniero David Uribe
realizó famosos descubrimientos astronómicos; una Biblioteca
Municipal con un importante acervo bibliográfico, la antigua
Presidencia Municipal, de cuyos “bienes muebles” nada se
sabe.
En casas,
capillas, edificios históricos, haciendas
se perdieron objetos valiosos donde los nuevos propietarios no tuvieron
la sensibilidad de conservarlos y prefirieron tirarlos a la basura,
mobiliario urbano que desapareció como la fuente y las garzas
donadas por la Honorable colonia española, los bellos kioscos del
Jardín de la Floresta. Hoy como en el
pasado, en el “Jardín del Arte”, las esculturas y el
kiosco van a ser arrumbados lejos del centro. Ejemplo doloroso es
el arte sacro que ha sido extraído de los distintos templos,
también han desaparecido.
Personalmente
hemos sido testigos de cómo pinturas, fotografías antiguas, muebles de
época y documentos, están abandonados, deteriorados por la humedad, en
un rincón y en el suelo. Ni comprados, ni donados a
instituciones o personas honestas, los propietarios ignorantes
se deshacen de estos bienes, su única opción es tirarlos o incinerarlos.
Por fortuna,
tenemos amigos que se han dedicado a rescatar, restaurar y conservar
estos bienes, que comparten la misma preocupación: “¿dónde valorarán
mi archivo, mi colección?... no quiero dejarlo al municipio, para que
ningún político sinvergüenza se lo acomode y lo venda.”
Una buena noticia
para los tulancinguenses: en un Centro Cultural, en el D. F., se
encuentra un “gran proyector” que fue propiedad del Cine
Olimpia de Tulancingo, colocado en un lugar digno y donde se
puede apreciar. Hasta el próximo año, “MIS MEJORES DESEOS PARA 2015”
a todos los amables lectores. |