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CAPTACIÓN DE AGUA DE LLUVIA
Por
Gloria Valencia Vargas
Por fin llegaron las lluvias al municipio de Tulancingo, y así después de una
larga espera, terminó la sequía atípica en la región, ya corre agua en el río
Grande, los pastos han reverdecido y si sigue lloviendo regularmente tendremos
agua potable para el próximo año.
Sin embargo, existe la preocupación latente por la falta de agua a
futuro en la zona metropolitana de Tulancingo. De acuerdo con la nota
periodística de “Nathali González Velasco“:
“Si no se realizan acciones para evitar la falta de agua, en una década
Tulancingo enfrentara una crisis por la falta de agua señaló el director de la
CAAMT Arturo Ruiz Islas…” |
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Esta inquietud se debe a que desde hace 30 años no se realizan
obras para la recuperación de los cuerpos de agua que están siendo
agotados y contaminados; además, no hay recargas suficientes de agua a
los mantos freáticos, entre otras cosas debido al crecimiento de la
mancha urbana, como ya hemos señalado, la falta de suficientes áreas
verdes para que se resuma el agua de lluvia; la presa de la Esperanza
ya es inútil, se encuentra azolvada según funcionarios municipales,
estatales y federales, no hay voluntad política para su rescate, por lo
tanto la captación de agua de lluvia es poca.
A nivel doméstico no se promueve ni se aprovecha la captación de agua de
lluvia en cisternas, tinacos y tambos en la temporada de lluvias que
sirve para regar huertos, jardines, para usarla en los sanitarios, en
época de estiaje. El crecimiento urbano no se detiene, el problema por
falta de agua será mayúsculo. Si no se hacen obras y campañas para
captar el agua de lluvia y se siguen cubriendo de cemento la ciudades y
pueblos el agua de lluvia correrá por los drenajes, drenes, ríos
contaminándose con aguas residuales.
El Río Tulancingo recibe las aguas negras por el trayecto en donde corre,
dañando los campos que riega:
“Río Metztitlán.
- Nace en la sierra de Tlachaloya, al norte del Estado de Puebla. A su
inicio toma el nombre de río Chico, después de recorrer un corto
trayecto, se interna en el Estado de Hidalgo, y su caudal es regulado por la
presa de la Esperanza que tiene una capacidad de 2.5 millones de metros
cúbicos.
Después de pasar por el extremo sur de la ciudad de Tulancingo se interna en el
valle del mismo nombre con la denominación de Río Grande de Tulancingo.
Su caudal en este trayecto es aprovechado en parte para la irrigación de tierras
del Distrito de Riego 064 de Tulancingo. En este mismo tramo recibe los
aportes de los ríos San Lorenzo, Metepec, Tepezala, Arroyo Hueyapan, y los
excedentes de la Laguna de Supitlán, para encañonarse después en la barranca de
Alcholoya, con la denominación de Río Metztitlán…”
En días pasados realizamos una visita a la barranca de Alcholoya en donde
se presenta una cascada de aguas negras y apestosas que contrasta con la belleza
del paisaje. Si se añade a la problemática de la escasez del agua; la falta de
plantas de tratamiento de aguas residuales, la tala, la escasa
reforestación que forme cinturones verdes en torno a los cerros para la
captación de agua, pronto este valle será un desastre. Por lo tanto, toda la
población y autoridades tienen la responsabilidad de cuidar del vital líquido.
Hasta la
próxima.
Sus comentarios serán bien recibidos y tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com.
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