El Callejón de San Vicente
Por Gloria Valencia Vargas
Se
dice que una casa debe ser bonita desde cualquier ángulo que se vea, se aplica
también el dicho a una calle, un pueblo o a una ciudad.
Así
fue el centro de Tulancingo en los siglos XIX y principios del XX donde las
calles y rincones daban un encanto muy especial a la ciudad.
El
Callejón Nicolás García de San Vicente fue un bello ejemplo; grandes y bellos
edificios llegaban a converger al Jardín de la Floresta, el Palacio de las
Lágrimas y al Portal de Azueta desde la calle de Hidalgo. En este callejón se
ubicaron el “Hotel y Restaurant De la Concha”, propiedad “De la Concha y
Compañía” de los señores Gorgonio de la Concha, Antonio Pascal, Agustín
Spelalier y Pablo Proal. El Callejón de San Vicente era un conjunto de inmuebles
sólidos, de una altura uniforme y armónica Actualmente ninguno de estos
edificios permanece en pie.
El nombre de
este callejón es en homenaje al notable Nicolás García de San Vicente, quien
nació en Acaxochitlán, distrito de Tulancingo, el 23 de noviembre de 1793.
La instrucción
primaria la cursa en Zacatlán, estado de Puebla y al terminarla pasó al
Seminario de Puebla donde cursa Filosofía y Teología y más tarde en México
estudio Derecho Económico y Civil. Volvió al Seminario de Puebla como
catedrático de Etimología, Gramática y Geografía, y por oposición tuvo la de
Filosofía.
En 1825 se
radicó en Tulancingo donde presentó importantes servicios en diversos ramos de
la administración pública especialmente en el ramo de la Educación.
En 1833 fué
nombrado Consejero del Gobierno del Estado de México y después fué electo al
diputado al Congreso de la Unión, cargo en el que estuvo poco tiempo. Entonces
tuvo lugar un hecho altamente honroso, para el padre San Vicente.
El pagador
Congreso le dio aviso que estaban a su disposición cerca de cuatro mil pesos de
dietas que le correspondían, suplicándole que pasara a recoger dicha cantidad.
El Padre San Vicente contesto que creía que no tenía derecho a esta cantidad,
puesto que había estado separado del Congreso y cedía esta cantidad para los
gastos Pública.
En 1830 publicó
la Ortografía Castellana en Verso, dio clases de Gramática Castellana y de
matemáticas. También escribió unas lecciones de Geometría y Geografía para
niños. Se dedicó a la enseñanza de la música, escribió varias composiciones
literarias. Tradujo del francés tres tomos de la Biblia de Vencè y del italiano
la historia de California de Clavijero.
Falleció el 23
de diciembre de 1848. Se erigió una estatua de este ilustre personaje en el
Paseo de la Reforma en1880 en la ciudad de México.
Teodomiro Manzano.
De la
arquitectura de este Callejón no quedo ningún inmueble catalogado como histórico
o artístico, desde los años 70 y 80 empezaron a demolerlos y el aspecto elegante
de la calle cambió, del conjunto de casonas nada permaneció, con éstos su
historia. En los años 60, al interior de estos edificios se podía ver la
decoración de los techos trabajados en yeso y pintados con motivos florales
estilo Art Nouveau, la pérdida más dolorosa fue el derribo del Palacio de las
Lágrimas y el portal de Azueta.
La ciudad de Tulancingo merece que sus inmuebles históricos o artísticos sean
respetados, asimismo que la nomenclatura y la toponimia de sus calles se
conserve.
Hasta la próxima.
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