EL AÑO MÁS LLUVIOSO
Por
Gloria Valencia Vargas
Hay años que siempre estarán en la memoria colectiva por fenómenos y desastres
naturales, años de asombro, de dolor, de pérdidas. La historia de México ha
registrado a lo largo del tiempo varios de estos momentos con sus fenómenos y
desgracias. Antes de la conquista las crónicas narran como se presentaron dichos
fenómenos
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“diez años antes
de que viniesen los españoles a esta tierra pareció en el cielo una cosa
maravillosa, y es que pareció una llama de fuego muy grande y muy
resplandeciente, parecía que estaba tendida en el mismo, era ancha en la parte
de abajo y de la parte de arriba aguda, como cuando el fuego arde…
La cuarta señal
o pronóstico fue que de día haciendo sol cayó una cometa, parecían tres
estrellas juntas que corrían a la par muy encendidas y llevaban muy grandes
colas: partieron hacia el occidente y corrieron hacia el oriente, iban echando
centellas decían que la gente comenzó a dar gritos, y sonó grandísimo ruido en
toda la comarca.
La quinta señal
fue que se levantó la mar o laguna de México con grandes olas, parecía que
hervía, sin hacer
aire ninguno, la cual nunca se suele levantar sin gran viento: llegaron las
olas muy lejos y entraron entre las casas algunas de éstas cayeron fue grande
espanto de todos por ver que sin aire se había embravecido de tal manera el agua…”.
HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS DE LA NUEVA ESPAÑA.
Mucho tiempo
después se registró a 1888 como el año más lluvioso del siglo XIX
“Se
descontrolaron los aguaceros, que además de inundar a León y de ahogar a 250
leoneses, minimizaron las cosechas de la comarca abastecedora de El Bajío…”.
El Liberalismo Triunfante Luis Gonzáles.
Estas lluvias
abundantes no solamente se presentaron en algunos lugares del país, sino que
fueron generalizadas en todo el territorio mexicano según los registros. ¿Cómo
se vivió en el Estado de Hidalgo este año de lluvias abundantes?:
“PACHUCA JUEVES
13 DE SEPTIEMBRE DE 1888.
Después de una lluvia abundantísima y que se prolongó por treinta y tantas horas
cerca de las 12 de la noche del día 8 del actual ocurrió la catástrofe ya
presentida por la inusitada persistencia de un temporal tan rudo. El lecho del
río que atraviesa la ciudad levantado a mayor altura que el piso de las calles
del centro de la población que le son adyacentes, por la inmensa cantidad de
azolve transportado por el agua por los terreros de las minas en explotación y
por las lamas o residuos del beneficio que salen de las Haciendas existentes al
norte de Pachuca, ocasionó el desbordamiento de las aguas, primero y, en
seguida, el derrumbe de la barda situada en la Plazuela de Allende. Y otra cosa
no era posible que sucediese, pues disminuido considerablemente el cauce del río
por el levantamiento de su lecho no era posible que diese cabida el gran volumen
de agua que por todos lados se precipitaba en él aumentando el peligro y
contribuyendo a que se verificara, la circunstancia de que el puente situado en
la calle de Mina por estar a poca altura y tener en el centro un grueso estribo
formaba una especie de presa que se oponía al libre curso de la impetuosa
corriente…
A la capital del
estado llegaron en ese mes, los siguientes telegramas de diferentes municipios:
Recibido de
Tulancingo el 10 de
septiembre de 1888, a las 12 y 20 de la mañana. –Sr. Secretario de
Gobernación- En la tarde del ocho del actual los ríos que pasan a inmediaciones
de esta ciudad se salieron de su cauce inundando parte de la población: derrumbó
puentes Nativitas, Francisco Cravioto y Almoloya, gran parte de la fábrica la
Esperanza en cuyo establecimiento se calculan cien mil pesos de pérdidas…
Recibido de
Zimapán el 12 de septiembre de 1888 a las 12
de la mañana. –Sr. Secretario de Gobernación– Las incesantes aguas por espacio
de diez días en la Encarnación, ocasionaron un derrumbe en la parte poniente
llevándose tres casas, desgracias personales tres operarios lastimados que se
curan. En el punto el Camposanto otro derrumbe obstruyó completamente el camino
carretero que se está reparando…
La naturaleza sigue sus ciclos y sus leyes, no podemos estar destruyéndola
porque tarde o temprano se lo cobrará.
Hasta la
próxima.
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