EL NIÑO EN MÉXICO
Por Gloria Valencia Vargas
¡Cómo ha cambiado
el Tiempo! es el comentario habitual, antes se hablaba de las cuatro
estaciones, antiguamente se podía pronosticar el tiempo con mayor
exactitud, los agricultores realizaban sus faenas con más puntualidad;
hoy se habla de cambio climático, de fenómenos meteorológicos como El
Niño y La Niña.
Cómo se
presentaba el tiempo en Tulancingo en el siglo XIX, así lo cuenta
Francisco Ortega en el libro Descripción geográfica y estadística
del distrito de Tulancingo, 1825:
“CLIMA.
Temperatura. Es casi igual en todo el distrito; y aunque –por la falta
de uso y aún del conocimiento del termómetro- no hay datos para poder
compararla exactamente con otras conocidas; se puede asegurar, sin temor
a errar mucho, que es un poco más templado este suelo que el del Valle
de México.
“Los aires que
soplan con frecuencia hacen más riguroso el invierno y menos ardiente la
estación de calor. Los vientos más comunes son el norte, que es general
en los tres partidos que comprende la prefectura; el sur sólo se nota en
Apan y en Tulancingo; en este pueblo, es raro el día que no moleste el
norte desde las once o doce del día hasta las cuatro de la tarde; las
noches son muy hermosas…
“Lluvias,
nevadas y terremotos. Las lluvias comienzan en fines o principios de
junio y duran hasta septiembre, en todo el país que está bajo los 20° 7´
de latitud. A mayor altura son más constantes y en el mineral del Monte,
el Chico, Acaxochitlán, Tutotepec y demás pueblos de la sierra (…)
suelen durar hasta diciembre. En los citados pueblos llueve en aguaceros
en los meses de en julio, agosto y septiembre; en el resto de la
estación, son más suaves las lluvias y muchas veces tanto que apenas se
distingue un pequeño rocío o polvo de agua el cual suele entablarse
hasta por 5 ó 20 días, a esto es lo que ordinariamente se le llama
temporal en el país. En los mismos pueblos por noviembre a febrero son
muy frecuentes las nieblas…”
Y sí,
todavía recordamos esos aguaceros de mayo y las lluvias constantes que
duraban hasta el desfile del 16 de septiembre; las heladas se
presentaban a fines de octubre y principios de noviembre. El antiguo
patrón de lluvias y el clima se ha modificado perjudicando especialmente
los cultivos y la salud de la población.
En este verano
de 2015, no ha llovido parejo y suficiente en Tulancingo y en otras
regiones del país, debido al fenómeno meteorológico de El Niño:
Descripción. El
niño originalmente se aplicó a un débil calentamiento en la temperatura
superficial del mar (TSM) a lo largo de las costas de Perú y Ecuador,
que se observaba cercano al periodo navideño (de ahí el nombre de El
Niño asociado a EL Niño Jesús). En las últimas décadas, se ha observado
que este calentamiento de la TSM se presenta en una región más extensa
que va desde el Pacifico central (en la línea internacional de cambio de
fecha 180°) hacia el Pacifico Tropical del este a lo largo de la línea
ecuatorial modificando patrones climáticos globales. CONAGUA
Contra estos
fenómenos poco se puede hacer para mitigar sus efectos pero sí podemos
mejorar nuestro entorno cuidando los árboles, el agua y el suelo.
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