EL TEMPLO DE SAN JOSÉ

Por Gloria Valencia Vargas

Don José Cossío y Soto en 1946 y la Revista Horizontes publicada en 1967, anotan lo siguiente:

“La iglesia de San José no se sabe cuándo se construyó, pero sí, que hace 50 años que se reparó hasta dejarla como está hoy (1939); dicha reparación fue realizada bajo la dirección del maestro flebotomiano don Ignacio Muñiz. Algunas dependencias de esta iglesia fueron destinadas para un asilo que fue confiscado hace poco tiempo por las autoridades”.

Don Roberto Ocádiz hace una descripción más amplia de este Templo:

“El Templo de San José situado al lado norte del atrio de la Catedral, cerca del monumento dedicado al filántropo don Nicolás García de San Vicente; esta pequeña Iglesia fue construida por el año de 1843 y en ella se dejan ver algunas líneas obtenidas en Catedral aunque sin conjunto; son de interés en su interior dos pinturas de Sánchez Salmerón, retiradas en julio de 1940, en vista del estado de la iglesia descuidada también con sendas goteras, las pinturas provisionalmente están en el sagrario de Catedral y sin fijar.”

Según el INVENTARIO DE BIENES INMUEBLES DEL PATRIMONIO CULTURAL DE LAS POBLACIONES DE: CUAUTEPEC - TULANCINGO. Consejo Nacional Para la Cultura y las Artes apunta que:  El Templo de San José fue construido en 1843.    

En la década de los años noventa este templo fue restaurado nuevamente y luce como hoy en la actualidad, pintura y madera nuevas en la pared son parte de la remodelación del templo y luce atractivo. No obstante, el frente de este edificio ha sido convertido en un estacionamiento y excusados públicos, violando la Ley Federal de Zonas y Monumentos Arqueológicos, Artísticos e Históricos.

Artículo 35. Son monumentos históricos los bienes vinculados con la histórica de la nación, a partir del establecimiento de la cultura hispánica del país, en los términos de la declaratoria respectiva o por determinación de la ley.

Artículo 36. Por determinación de esta ley son monumentos Históricos:  1. Los inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX, destinados a templos y sus anexos; arzobispados, obispados y casas curales; seminarios, conventos o cualquiera otros, dedicados a la administración, divulgación, enseñanza o práctica de un culto religioso; así como a la educación y a la enseñanza, a fines asistenciales o benéficos; al servicio y ornato público…

Artículo 42. En las zonas de monumentos y en interior y exterior de éstos, todo anuncio, aviso, carteles, cocheras, sitios de vehículos, expendios de gasolina o lubricantes; los postes e hilos telegráficos y telefónicos, transformadores y conductores de energía eléctrica e instalaciones de alumbrado; así como los kioscos y templetes, puestos o cualquiera otras construcciones permanentes o provisionales se sujetarán a las disposiciones que al respecto fije esta ley y su reglamento.

Es molesto para quienes aman y respetan a esta ciudad de Tulancingo observar este tipo de acciones, que solo afectan el patrimonio histórico.