12.Ago.15.

INDUSTRIA DE TULANCINGO

Por Gloria Valencia Vargas

Tulancingo ha sido un lugar de gente trabajadora e industriosa, aún nos queda el recuerdo de esa época de auge de la industria en Tulancingo, el silbido de las fábricas que anunciaba la entrada y salida de los obreros. Con orgullo se comentaba que las mejores cobijas y casimires del país se fabricaban en Tulancingo y Santiago y se hacía llamar  “el primer centro textil lanero de la república”. Así lo refiere Don Roberto Ocádiz en 1940:  

VIDA ECONÓMICA

“Actualmente es de vital importancia la industria de hilados y tejidos de lana y algodón… La ciudad de Tulancingo tiene como fábricas más importantes la de Santa Isabel, donde ya se hacen casimires le siguen la de San Luis y De la Concha con excelentes productos en mantas de viaje, cobertores, cobijas, chales, etc., etc., La Sorpresa y El Progreso que propiamente se han dedicado a los tejidos corrientes. Además hay una fábrica de estambres y otra de suéteres. También existen varios telares donde se hacen tejidos corrientes de algodón como camballas pero poca noticia se tiene de ellas. Por la calidad de sus tejidos, bien merecido tiene su nombre de Ciudad Cobijas… ”

            También Tulancingo se destacó en otras industrias que han desaparecido:

            “Dentro de la industria cuenta Tulancingo además con la Fábrica de cajas de madera “La Trinidad”, dos fábricas de jabón, dos de pastas de harina, dos de ceras labradas, un taller mecánico donde se hacen romanas de fierro y de bronce de excelente acabado, varios pequeños talleres donde se hacen calzado, fábricas de aguas gaseosas, de aguardientes, de vinos, de cajeta, etc. Dentro de la pequeña industria, se puede contar manufactura de sombreros de palma, ropa interior corriente, talabarterías de merecida fama, curtidurías de pieles, preparación de carnes frías, dos fábricas de paletas heladas y de hielo, la manufactura  de los sabrosos dulces de acitrón, calabazates, pepitorias de nuez y leche y otros varios; un tanto dentro del arte, fuegos artificiales y su alfarería famosa por su consistencia y calidad, aparte del acabado artístico que hacen a algunos de los utensilios, por ejemplo, unos jarros grandes adornados con flores y hojas en alto relieve a tamaño natural y con excelente greteado. Estos se expenden en el mercado de la ciudad”.  TULANCINGO Y SUS ALRREDEDORES, por Roberto Ocádiz.

            ¿Y qué pasó con la boyante industria en Tulancingo? la importación de productos extranjeros principalmente de China ha provocado que muchos productos sean sustituidos por otros de menor calidad y precio. La importante industria lechera está a punto de fenecer por la importación de leche en polvo de baja calidad. En 1825, Francisco Ortega describe la industria del Distrito de Tulancingo:

            ”Los tejidos de algodón forman uno de los ramos más importantes de la industria tulancingueña a pesar del poco consumo que experimentan desde que decayó la minería, cuyos operarios se vestían casi todos de mantas fabricadas en estos pueblos. Sólo en el de Tulancingo se cuentan en el día 152 telares y 32 en el resto de la municipalidad.”

            La industria es un bien para el progreso de los pueblos, y la buena planeación de la zona industrial debe ser limpia y sustentable.

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