LA
CIUDAD COLONIAL
Por Gloria Valencia Vargas
Posterior a la llegada de los
españoles en 1521 a tierras de América, fueron fundados pueblos y villas de
acuerdo con el modelo de las ciudades en España.
La ciudad de
Tulancingo actual muestra el trazado de los pueblos coloniales, y siempre se ha
mencionado por su importancia y su belleza. El Padrón de 1791, así lo
refiere:
“…Es cabecera de
su jurisdicción, y es de los pueblos más bien formados de la Nueva España. Sus
calles son anchas, llanas y tiradas a cordel, exactamente norte-sur y
este-oeste…Y a mi entender, ya sea porque el pueblo que es grande, ya sea por la
jurisdicción que se extiende considerablemente, debiera Tulanzingo llamarse
villa, pues su comercio, gran tianguis y bellas proporciones convidan a
dispensarle este título. Se ha dividido en cuatro cuarteles principales y dos
barrios bastante grandes partiendo el pueblo desde el sur hasta el norte en
proporciones bastante iguales, sirviendo de límite a cada una de ellas, los
cuarteles han tomado la denominación del Arco, del Centro, de Nuestra Señora de
la Pared y de Cañitas y los barrios, en que viven casi todos los naturales, se
llaman de Zapotlán y de Agueguetitla…” AGN
La idea de ciudad
utilizada por España fue de las ciudades de la meseta española las cuales
proveyeron el modelo para los núcleos urbanos en el nuevo mundo, en parte porque
los colonos de la España central- Castilla, Extremadura, Andalucía-
tuvieron una influencia determinante en la colonización ultramarina.
En toda
Hispanoamérica se sigue el mismo patrón de urbanización en los centros de
pueblos y ciudades. El contraste entre las ciudades hispanoamericanas y las del
resto del continente –de origen inglés, holandés, alemán y lusitano – es
simbolizado por el trazado físico. El tablero de ajedrez
español tiene antecedentes medievales, pero solo alcanza su apogeo en el
Renacimiento, este aspecto es tan marcado que cierto autor afirma que una ciudad
hispanoamericana es una plaza mayor rodeada de calles y casas, antes que un
conjunto de casas y calles en torno a la plaza mayor. George Duby.
En Las
ciudades de México en el siglo XIX hay un cambio arquitectónico
notable, pero la traza en el centro antiguo subsiste, esta es la descripción:
“…Y al entrar a
la ciudad misma, encuentra uno las calles pavimentadas y, a los lados las aceras
revestidas de losas de basalto bien dispuestas proporcionan una agradable
caminata a los peatones. La mayor parte tienen calles derechas que se cruzan en
ángulos rectilíneos… La arquitectura es de tipo español, pero los innumerables
templos son de estilo francés e italiano de siglo XVII.
… daremos un
paseo por la plaza principal porque las plazas son siempre el punto focal del
esplendor de las ciudades mexicanas. El gran templo siempre ocupa uno de los
lados del majestuoso cuadrángulo; en los otros tres hay grandes casas cuyos
pisos inferiores consiste en anchos portales que van del uno al otro extremo de
la calle. En estas arcadas se encuentran las tiendas más finas, almacenes,
vinaterías y cafés. El gran edificio situado en el lado opuesto es
invariablemente la casa del ayuntamiento o la de gobierno si se trata de alguna
ciudad capital. En el centro de la plaza hay una hermosa fuente o alguna
columna, y muchas están bien ornamentadas con hileras de árboles que ofrecen un
encantador paseo… MEXICO hacia 1850.
Presidentes municipales y
modernos arquitectos se han encargado de destruir y desfigurar el patrimonio
arquitectónico y natural de las ciudades coloniales de Hidalgo.
Sus comentarios serán bien recibidos y tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com.
|