LA NUEVA INVASIÓN
Por Gloria Valencia
El 15 y 16
de septiembre nos sentimos muy patriotas los mexicanos y celebramos con; “alegría,
fiestas, pozole, noche mexicana y cuetes, la independencia de México del yugo
español” aunque después no nos volvamos acordar el resto del año, es que
viene otra fiesta más grande y que opaca en mucho a las patrióticas fiestas de
septiembre con “árbol, santa clos, lucecitas de colores, ventas y compras con
objetos alusivos a la famosa navidad, cánticos en las tiendas generalmente en
idioma inglés y que a muchos los hacen sentir como si estuvieran en la Unión
Americana.”
¿A qué viene esto?
por muchos años se nos ha enseñado que vivimos en un país independiente y
soberano, sin embargo, la realidad es diferente; el pueblo mexicano ha tenido
que soportar desde hace 200 años la invasión a su territorio por fuerzas
extranjeras que han ocupado el país, en diferentes épocas. Así lo expresa el
párrafo del libro Las intervenciones extranjeras en México 1825-1916.
“Una consecuencia
inmediata del surgimiento de México a la vida independiente en 1821 fue su
apertura al contacto directo con otros países. Luego de trescientos años de
aislamiento casi total, pues la Corona española monopolizó el comercio exterior
de sus colonias, los mexicanos comenzaron a establecer relaciones diplomáticas y
comerciales con Europa y Estados Unidos.
“En consecuencia, una serie de agentes diplomáticos, comerciantes y grandes
masas de inmigrantes extranjeros comenzaron a penetrar en el recién abierto
país, lo que propició la integración de México en el ámbito internacional, pero
también, el surgimiento de los problemas y conflictos con el extranjero, que
serían la fuente del intervencionismo de las grandes potencias.”
Desde el nacimiento de México como nación independiente, el país ha sido
asediado por la codicia de las naciones europeas y los Estados Unidos, cuyo fin
no es dar apoyo a México sino el de adueñarse de los recursos de la nación.
“El primer agente
diplomático extranjero ante el gobierno mexicano fue Joel R. Poisett, ministro
plenipotenciario de los Estados Unidos desde 1825, cuya misión esencial
consistía en convencer al gobierno mexicano de vender Texas a los Estados
Unidos”.
Estos agentes del
gobierno estadounidense actuaban muchas veces independientes a sus gobiernos
para amenazar a los gobiernos de las nuevas naciones:
“La competencia
entre las diplomacias de las grandes potencias incitó en diversas ocasiones a
sus representantes a ir más allá de sus instrucciones y tomar decisiones en el
terreno sin consultar a sus respectivos gobiernos. Esta actividad arbitraria de
los agentes diplomáticos puede calificarse de imperialismo oficioso, pues sin
contar con la autorización oficial usaban el poder y la influencia de sus
respectivas naciones…”
Se pronuncia la
doctrina Monroe en 1823, cuyo autor es James Monroe abogado y político
originario de Virginia, dos veces gobernador de su estado. Como presidente de
los Estados Unidos, cargo que ocupó desde 1816, negoció con Francia la
adquisición de Florida y en diciembre de 1823 emitió su célebre Doctrina
Monroe, que fue posteriormente asumida por los gobiernos de los Estados
Unidos, como principio rector de su Política intervencionista hacia los países
americanos.
La Doctrina
Monroe resumida en la frase popular de “América para los americanos”
ha sido una pieza fundamental de la política exterior de los Estados Unidos con
relación a Latinoamérica.
A inicios del
siglo XXI, se está consolidando una nueva invasión extranjera mediante el gran
capital y las grandes empresas. Estamos experimentando un neocolonialismo,
eso de que somos una nación independiente, es una falacia, mediante gobiernos
entreguistas hemos perdido nuestros recursos como el petróleo, el oro, la plata,
la agricultura, la riqueza de nuestros bosques, la medicina, se ha desmantelado
la ganadería, importamos sueros y leche en polvo de ínfima calidad para
favorecer al vecino del norte. ¿En dónde quedó la nación soberana que se
pregonaba tanto en el siglo pasado?
En el territorio
nacional dos terceras partes han sido concesionadas a mineras para la
explotación del oro plata y otros minerales, ignorándolo gran parte de la
población. En importante diario de México se publicó en 2015 una nota; “En 10
años las mineras extranjeras extrajeron cuatro veces más oro que en tres siglos
de la colonia”
Se desmanteló a
PEMEX y hoy importamos gasolina cara y de mala calidad, se han concesionado
miles de hectáreas de nuestros litorales del Golfo de México a petroleras tan
siniestras como EXXON y Halliburton, se ha destruido gran parte de los
manglares para construir enormes complejos hoteleros foráneos. ¿Y qué ha ganado
la población? empleos mal pagados, discriminación, pérdida de cultura, salud,
educación, de importantes ecosistemas. Estados Unidos el Banco internacional nos
dicta las políticas que debemos seguir.
¡América para los
latinoamericanos, los pueblos originarios y mestizos y los hombres de buena
voluntad!
Hasta la
próxima.
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