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LA OTRA RAÍZ
Por Gloria Valencia Vargas
Son mexicanos,
invisibles, discriminados en su propio país, desposeídos de sus derechos, son
nuestra “tercera raíz” es la población negra. Actualmente se sitúan en diversos
lugares en las costas de Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Yucatán y en diversas
regiones de Coahuila. Pueblos que aún conservan la cultura de sus antepasados,
en todo está presente la música, los africanismos que se han incorporado al
español: tango, samba, bachata, bongó, mondongo etc.
Los negros no llegaron
únicamente a estas regiones, según el censo de 1798 en varias poblaciones de
hidalgo están registrados como mulatos libres: en Tulancingo se inscriben; 101
mulatos, en Singuilucan 13, Acaxochitlan 23, Atotonilco 15. A pesar de su
importancia cultural siguen siendo ignorados.
“A diferencia de otros
países latinoamericanos, donde la población negra deja huellas evidentes de su
presencia en las épocas colonial y nacional, en México durante mucho tiempo se
ignora la importancia que tiene el africano en la composición genética, cultural
y social de su población. Es realmente extraño que los investigadores de nuestra
historia y de nuestra etnografía sólo en raras ocasiones señalan como hecho
casual la existencia de los negros en México. La mayoría de ellos aun llegan a
considerar que los rasgos negroides que se descubren en el físico de los
habitantes de algunas regiones del país se debe a la inmigración reciente de
personas originarias de las Antillas.” Gonzalo Aguirre Beltrán.
La ONU conmemora el día
23 de agosto como Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y su
Abolición. Los afrodescendientes llegaron a México procedentes de la costa
oriental de África y vendidos como esclavos por los tratantes europeos. Es tan
terrible esta época en la que hombres mujeres y niños fueron arrancados del
corazón mismo del continente africano traídos en galeras y encadenados, muchos
sucumbieron a los malos tratos y a las enfermedades.
Las enfermedades del
cuerpo y el alma hacen presa en los negros esclavizados en los barrancones. La
estancia en ellos impone su segunda selección que pasan con éxito los negros más
resistentes mismos que son tomados por los capitanes. Fernando Ortiz célebre
africanista cubano hace notar:
“Los cautivos que pasan
de los barrancones al entrepuente de los buques negreros cambian de lugar sin
cambiar de dolor. Al ser entregado el negro al capitán de la nao, aquél
considera de acuerdo con sus patrones culturales, que su captura y
transportación tiene por destino final el sacrificio si es varón, lo que le
causa atroz y prolongada angustia; pero los sufrimientos físicos son mayores. La
nao negrera rebasa generalmente el cupo, para compensar las defunciones
inevitables que acaecen durante la lenta travesía del Océano Atlántico.
Apretujados en el interior del buque, apenas hay lugar para moverse, encadenados
sobre la dura tabla. Conocido lo anterior resulta evidente cierta frase que
afirma que el esclavo tiene menos espacio disponible en el grupo negrero que en
su propia tumba.”
La esclavitud y trata
fue abolida en México por decreto en 1810, por el cura Miguel Hidalgo y
Costilla:
“Contra los clamores de
la naturaleza el vender a los hombres, quedan abolidas las leyes de la
esclavitud no solo en cuanto al tráfico y comercio que se hacía de ellos…”
Esperamos que ninguna forma de esclavitud se siga dando en México ni en el
mundo.
Hasta la
próxima.
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