LAS FUENTES TERMALES
Por Gloria Valencia Vargas
En el Estado de Hidalgo se pueden encontrar varios sitios con fuentes de
aguas termales, balnearios como los de Ajacuba, Dios Padre y las Grutas
de Tolantongo, son famosos en México. Recientemente en el Valle de Tulancingo el
Balneario de Santana Hueytlalpan se ha hecho popular entre los
hidalguenses y en especial los tulancinguenses.
A este valle lo
circundan varios volcanes que se dicen apagados, forma parte del Eje
Neovolcánico, por lo tanto, no es raro que en un futuro se encuentren otros
manantiales de aguas termales. Las fuentes termales son las aguas minerales que
salen del subsuelo con más de 5° c que la temperatura superficial. Proceden de
las capas subterráneas de la Tierra que se encuentran a mayor temperatura, son
ricas en diferentes componentes minerales y diversos usos medicinales: en baños,
inhalaciones, irrigaciones e hidroterapia. Por lo general se encuentran a lo
largo de una línea de falla ya que a lo largo pueden introducirse las aguas
subterráneas que se calientan al llegar a cierta profundidad y salen después en
forma de vapor o de agua caliente.
Ya es conocida la
anécdota en que los ejidatarios de Santa Ana Hueytlalpan descubrieron el recurso
de las aguas termales en años recientes:
“Empezamos a ver que los
cultivos se marchitaban cuando eran regados, el agua salía caliente, por lo que
fuimos asesorados, y se decidió construir el balneario, la entonces regidora
Maribel Talamantes apoyó y gestionó recursos para tal fin”
Y como siempre en este
país no podía faltar la “piedra y tropiezo”, por medios de prensa locales nos
enteramos de que la CONAGUA quiso hacer cobros excesivos por derechos del
agua. Hoy los visitantes pueden disfrutar de este lugar.
Desde la antigüedad se
descubrieron los poderes curativos de las aguas termales y uno de los balnearios
más añejos en el Valle de Tulancingo es el de Santa María Amajac:
“ATOTONILCO está
situado a 9 leguas al noroeste de Tulanzingo. Tiene al norte los cerros de
Tuzanapa; al este, los cerros del Tocón; al sur los cerros grandes del Aguacate;
al oeste los cerros u Órganos de Actopan…
Al oeste-noroeste, 5°
grados norte, a distancia de legua y más de Atotonilco, se hallan los famosos
baños de aguas termales, tan calientes que cualquiera ponderación es corta. Yo
mismo he ido a buscar salud a ellos; y aunque no la he encontrado, se que otros
más felices y en peor estado han salido de allí perfectamente sanos. Bien sea,
pues, que en sí que las aguas son benéficas o que cura sólo la fe que cada uno
lleva, merece que aquel sitio esté en disposición de que puedan bañarse
racionales con alguna comodidad y que los pobres, sobre todo, tengan siquiera un
tinglado…
Una legua de camino
llano se anda para ir a los baños y luego se encuentra una barranca muy honda,
en cuya profundidad se hallan dichos baños que son unos manantiales en media
docena de chozas y jacales…” INTRODUCCIÓN AL PADRON 1792, AGN.
El maestro Enrique Rivas Paniagua escribió en su libro HIDALGO
INVITACIÓN A UN ESTADO DE ÁNIMO acerca de Tzindejéh en Tasquillo y El
Vidó:
No es Tzindejéh, por
cierto, la única fuente termal en la región, aunque éstas no pasen de ser
simples estanques naturales donde los vecinos acostumbran ir a bañarse. “En
mi vida jamás había sentido tal delicia; quien aquí se baña rejuvenece”,
dicen que así se expresó el presidente Venustiano Carranza después
de nadar en un ojo de agua que los otomíes llaman El Vidó…
También estos bellos lugares están siendo contaminados por la basura, turistas y
visitantes debemos mantener limpias las áreas que los rodean.
Hasta la
próxima.
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