Los Prismas Basálticos
Por Gloria Valencia Vargas
Se relacionan con los alrededores de Pachuca, pero pertenecen al
municipio de Huasca (antiguamente Huascazolaya). Es de los pocos sitios
naturales, de los cuales podemos presumir y mostrar los hidalguenses;
por lo interesante y bello de su paisaje, a este lugar se le conoce como
los “Prismas Basálticos” y que ha causado siempre una
grata impresión.
“Forman
la cascada de Regla, las aguas que se utilizan en la célebre hacienda,
de la que dista 1000 metros, por hondo cause en medio de la
llanura. Se precipita el torrente entre rocas de basalto, que se elevan
verticalmente desde el fondo del río hasta el nivel de la llanura; tiene
el anfiteatro en su anchura mayor doscientos doce metros y su
mayor longitud es de doscientos treinta y cuatro metros; la
altura de las columnas varía de treinta y cuatro metros hasta
veinticuatro, pero el salto de la cascada es solamente de seis a
siete metros y sin embargo causa un ruido atronador; despeñándose
las aguas con rapidez, forman remolinos de blanca espuma al caer sobre
la dura roca...”
Don Manuel Rivera Cambas enfatiza la
hermosura que en el siglo XIX ofrecía el Valle de Tulancingo,
que ha ido adquiriendo un aspecto desordenado
y una
fealdad grande a causa de sus habitantes y la ignorancia de quienes
gobiernan los municipios que lo componen.
“Espectáculo
soberbio es el que ofrece la naturaleza en aquellos sitios, cuando el
sol comienza a iluminar el horizonte y deja entrever su luz naciente por
la cima del Yolo, que domina el extremo oriental del hermoso
Valle de Tulancingo y en la parte opuesta se destaca la soberbia
montaña conocida con el nombre de Cerro de las Navajas, envuelto
casi siempre en espesa niebla, principalmente en época de invierno. En
los alrededores de la cascada es suave y benigno el clima, feraz el
terreno y deliciosas las vistas, abunda el agua y es grande la belleza
del suelo, propio para la agricultura a la que favorecen esos
elementos...”
Haciendo un paréntesis, la pregunta es: ¿Cómo es posible que la gente
que habita el valle de todas clases sociales, sea tan insensible y que
con toda brutalidad destruya la riqueza de nuestro entorno?
“La
cascada dista casi seis leguas de Tulancingo y cinco
de Real del Monte. No hay extranjero que al visitarla, deje de
formar un diseño de ellas. Al acercarse se siente una impresión que no
se puede definir; es verdad que el agua no se precipita a gran altura;
pero lo que allí sorprende, son las enormes columnas de basalto que
forman un enorme anfiteatro rodeando el lago formado por las aguas de la
cascada.... las columnas de basalto, por el suelo, parecen restos de un
templo arruinado; es tal la simetría con que están colocadas algunas
columnas que parece haber intervenido allí un diestro artífice, son
prismáticas...”
Para
terminar, una última observación conservemos nuestra riqueza natural, y
no después lo lamentemos.
Sus comentarios serán bien recibidos y tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com.
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