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TULANCINGO INDUSTRIAL
Por
Gloria Valencia Vargas
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Caminando por el poniente de la ciudad de Tulancingo, se pueden observar grandes
y sólidos edificios, mudos testigos de una época de esplendor en los que la
industria era parte de la vida cotidiana de los tulancinguenses. En los años 50,
el sonido de los silbatos y sirenas de las fábricas que indicaban el horario de
entrada de los obreros a las ocho de la mañana, a la una de la tarde se
anunciaba la salida a comer y a las dos era nuevamente la entrada, escuelas y
comercios se regían por este horario y escolares corríamos para entrar puntuales
a nuestras clases y los empleados para abrir las tiendas. |
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Tradicionalmente la ciudad de
Tulancingo ha sido una población dedicada a la industria textil. Tendremos que
remontarnos al pasado y revisar la historia para tener un panorama de la
industria en la región:
“La principal industria de este
país consiste en hilar y tejer algodón de cuyo género entran actualmente cerca
de 40 mil cargas en el pueblo de Tulanzingo. Una mujer regularmente hila al día
con torno el valor de tres reales, y se cuentan en sólo la cabecera 200 y
tantos telares.” Padrón 1792, AGN.
En el siglo XIX, en la época
independentista, se tiene la siguiente referencia sobre la industria no
solamente en el pueblo de Tulancingo, sino en el distrito:
“Los tejidos de algodón forman
uno de los ramos más importantes de la industria tulancingueña a pesar del poco
consumo que experimentan desde que decayó la minería, cuyos operarios se vestían
casi todos de mantas fabricadas en estos pueblos. Solo en el de Tulancingo se
cuentan en el día 150 telares y 32 en el resto de la municipalidad. En
Atotonilco el Grande hay 54, 5 en Acaxochitlán, más de 12 en Huasca, y como 20
en el partido de Pachuca; pudiéndose decir que es raro el pueblo en que no se
trabajan mantas, paños de rebozo, cerotes o jerguerillas y cordoncillos de lana
para mangas”.
Ya en la etapa del porfiriato la
industria tuvo su auge en Tulancingo, los edificios que aún persisten en
Tulancingo son parte del patrimonio cultural industrial de nuestra ciudad y nos
dicen mucho a cerca de su industria, a finales del siglo XIX. Nos produce cierta
emoción hojear las viejas páginas del Periódico Oficial del Estado de Hidalgo,
con fecha del 7 de enero de 1885, en donde se leen los siguientes datos
COMERCIO E INDUSTRIA
“Naciente apenas entre la gente
de razón la industria se reduce a la fabricación de fierro, alumbre, mantas y
otras telas de lana, suelas, piloncillo, pulque, mezcal, aguardientes, tejas,
ladrillos y loza corriente…
Por otra parte, en Tulancingo
se han establecido hace poco tiempo: La Eureka, Santiago, la Esperanza, San
Vicente, Gayol y Collada y Rueda, fábricas de hilados y tejidos de lana que
favorecen e impulsan notablemente la vida social de aquellos pueblos y en donde
salen casimires tan apreciados como los conocidos en México con el nombre de la
Minerva. “
En los años 40, se mencionan las
importantes fábricas de Santa Isabel, San Luis, De la Concha, La sorpresa y El
Progreso.
Ya entrada la segunda mitad del
siglo XX, se reseña en una monografía la siguiente lista de las principales
fábricas de Tulancingo:
La Concha S. A., cobijas,
cobertores y paños. – San Miguel, S. de R. L., estambres, cobijas y chales. – El
Progreso, cobijas y tilmas. – Telas y Estambres S.A., estambres casimires y
paños. - Santo Tomás S.A., fichús y chales. - Los Ángeles S. A. cobijas y paños.
- Sweaters Ahued. – Colomer S. A., estambres.
Cabe señalar que en esta época
existían también importantes fábricas de hilados y tejidos en Santiago y
Cuautepec. Por razón a la de Tulancingo se le nombro: EL PRIMER CENTRO
TEXTIL LANERO DE LA REPÙBLICA. 1967.
Hasta la
próxima.
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lolvalart@hotmail.com.
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