|
UN DIPUTADO MUY SINGULAR
Por Gloria Valencia Vargas
Llego el tiempo de
la campaña electoral para elegir diputados al Congreso Federal y no
podemos pasar por alto el tema pues tenemos que conocer a los candidatos
y sus propuestas, que por cierto algunas de éstas expresan el sentir
ciudadano, pero la mayoría es remedo de otras que proponen otros
candidatos o se ponen de moda; ayuda a los adultos mayores, madres
solteras, los pobres etc.
A pocos
candidatos les preocupa el “medio ambiente “dirán algunos
que esta propuesta no da votos o no saben del tema, o no les interesa,
¿y los valores culturales...? ni quien los tenga presentes. Un
aplauso para los honestos y los que se acuerdan del campo y los
campesinos.
En fin,
en lo que se refiere al bienestar de la ciudadanía no está en sus
planes. Una dama tulancinguense colecciona trípticos de campaña, con las
propuestas y promesas de los candidatos, de varios colores y papeles,
unas firmadas ante notario, que durante la gestión se vuelven mentiras,
vaciladas, falsas promesas, burlas y con el tiempo se olvidan.
|
Pero en esta ocasión presentaremos la vida de un diputado muy
especial rico y con antepasados ilustres se trata nada menos
que de “Don Fulgencio García Julio “:
“Fulgencio García Julio contaba entonces con cerca de cincuenta
años y gozaba de todas las comodidades y riquezas de un
hacendado; sin embargo su existencia no podía ser más monótona
ni más fastidiosa. En estas circunstancias, el barbero del
pueblo, el maestro Toribio Pimpinela empieza a despertar en él
“El monstruo de la ambición”, y tras una campaña de la
que no se tenía memoria en esas tierras, llegó a ser electo
diputado. Se traslada entonces a México con toda su familia…
toda la prensa de la capital se deshacía en elogios ponderando
su sabiduría, su riqueza y su generosidad...
|
¿Cuales eran las
iniciativas de nuestro señor diputado?
Solicitar al gobierno la autorización para invertir trescientos mil
pesos con la finalidad de extraer los grandes tesoros que los indios
habían arrojado al fondo de la laguna durante la conquista y así aliviar
la ruina del país; convertirse en gestor de todos los que querían, con
cualquier pretexto, aumentar sus bienes a costa de los bienes públicos…
despojar a los indígenas de sus tierras…”
También
la prensa se desvivió en halagos hacia este personaje por su cultura e
ilustración: “en cuanto a sus conocimientos en los idiomas indígenas,
estaba satisfecho pues ninguno lo había de examinar… pero en cuanto a lo
demás, no dejaba de remorderle la conciencia, pues en su vida había
abierto más libro que el “Calendario de Galván””.
¿En qué se parece el
diputado Fulgencio a los actuales diputados? Sería interesante repasar
el libro de
MANUEL PAYNO, EL
HOMBRE DE LA SITUACIÓN 1861, Biblioteca del universitario número 26,
UNIVERSIDAD VERACRUZANA.
Sus comentarios serán bien recibidos y
tomados en cuenta si los envía a:
lolvalart@hotmail.com. |
|