15.Sept.19
por
Cristina de la Concha
El
amigo Juan
A Juan
Alberto Fernández
Yo
tuve un amigo
en mis
tiempos jóvenes
mi
fiel Juan
que a
la risa albergaba
porque
la risa se hizo en él
como
la luz en el día,
a
quien la creatividad abrazaba
y
risueño jugueteaba
con
sus decires y ocurrente,
de
grandes ojos
y
múltiples pecas
de
melena rizada y endrina
enorme
simpatía inspiraba
Alegre
vivía
y con
su don tocaba,
mi
vida alegre hacía
porque
no concebía nada
tanto
como esa actitud feliz
Vivíamos aventuras
que de
su imaginación
loca
procreaba
-muchas fueron sus amistades
que de
estas venturas gozaran-,
y nos
acompañamos
en los
infelices días
Mi
fiel amigo Juan
un día
se fue
a
sembrar sonrisas
en
otras praderas
porque
sombras oscuras
su
alegría acechaban
empacó
su risa y adiós me dijo
se fue
en busca de radiantes rostros
que su
magia crecerían
Pero
su risa se quedó en la memoria
y
resuenan sus reminiscencias
en la
mente tras los años
creyendo siempre que un día,
aunque
de visita, lo vería.
Ya no
sería así,
él
partió en un viaje más lejos
a la
Luz a la que pertenece
Y
aunque mi tristeza
exprime llanto
resuenan su risa y sus decires
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