7.Mar.17
por
Cristina de la Concha
poema observacionista
una suerte si es poema
Sospechosista se volvió
porque los que males
a mal tuvieron echarle
se encontraron en actuares
-Mismos-
Y a observar se dio
que aquellos
por enganchar sus afanes
de estos recursos se servían
al saludo auricular
con gusto sugerían verse
y a plática disfrutar
de sus andares contarse
pero aun con amistad aludida
indiferente en la cita
era la actitud hallada
qué hizo la diferencia
de la deferencia primera
y la indiferencia segunda
mas no sólo lo mismo
fue para cada caso
sino desprecio incluso
a sus menesteres
en cita a pasar a gusto
dicen en cantinas y cafés
que con actitudes tales
generar interés el fin es
e importancia darse, el revés
pero qué interés ganó
quien ha afecto mostrado
en el primer momento
y al siguiente desprecio
inducir a invitación
en observancia captó
o que caminara detrás
poniendo sus pasos delante
estando la prisa ausente
y grosería sí en presente
incluso por el café de la cita
buscaban, que pagara el billete
porque como gigolós son
para así encallar sus anclas
con estas pasadas algunas
fuera amistad u otras índoles
ya no verlos más, a ninguno
no sólo por los aojamientos
que a mal tuvieron ofrecerle
sino por carencia que sufren
del derecho a darle esos tratos
si bien son verdades
los comunes frases
que a desviarse guían
de hombres que gigolean
pues sea ya por gigoló
o por sexo
o por aojamientos
¡a sacudir las falanges!
¡y a batir las alas!
¡porque esos carencia sufren
del derecho a dar esos tratos!
…
Y con unos palmos a aquellos
los infiltrados y convexos
en narices al descubierto
-y a colaboracionistas-
fue que su mano sorprendió
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