30.Nov.2024
AMOR A PRIMERA VISTA
Del libro: Partitura de tatuajes
Investido de besos, estalla
el murmullo dorado de las viandas,
entre artificios líquidos, la mirada
levanta el cromo circular en llamas.
Ocaso del primer día de la semana,
domingo indeleble forjado en el linaje
del veintitrés del mes quinto del primer año,
de la segunda década del siglo veintiuno,
del tercer milenio de todas las eras,
de todos los tiempos, de todas las edades.
Es la infancia de la noche.
Llueve afuera.
La escritura del absoluto
muestra en poéticas pinceladas su grandeza,
tinta de luz, desnuda por un instante
el cuerpo de todas las siluetas.
Tenor voz, himno de lluvia
brota de la niebla,
cual borbollón de sangre
derrama de la cúpula, su dialéctica,
abraza el musgo jade
el murmullo de la lengua,
madura la palabra, florea en las pupilas
la tinta correctiva del poeta.
El rayo incandescente de lámpara deja
la página a ciegas, a tientas,
busco los fósforos por la geografía
donde sé que puedo hallarlos,
cojo de la caja, el primero del tacto,
froto el sexo lateral, eyacula el fósforo,
preña el cabo de vela, nace la flama,
endeble, austera ondea
en la cúspide del candelabro,
explora la pradera lírica, ilumina el poema,
la llama pintada con el cítrico color
de un árbol opulento de soles.
Parvadas de recuerdos devela la distancia,
alas de nostalgia vuelven hacia al astillero
de las jugueterías, al coral
de los castillos esculpidos en las playas
musicales de las manos.
Arrecife del abecedario
donde frente a frente,
en el árbol del pupitre nos miramos.
Tu rostro dibujó en mi rostro el brillo
de todas las estrellas,
tu mirada inseminar propuso
el pensamiento de todas las miradas,
tu voz, de todos los cantos embriagó
las vialidades de la sangre,
tu cuerpo de todas las flores inundó
el cauce de los parpados,
de todas las fragancias ungió
el reino del lenguaje.
Orgasmo de todas las cascadas,
piel nupcial de río libre y diáfano,
fulgor de todas las miradas mirándose
mirarse, mirar, mirándome mirarte.
Sed de ti, hermosa letra,
fiel doncella, amor
a primera vista.
Posdata.
La noche es vieja,
el gallo deletrea con su canto
la escritura del absoluto en las estrellas,
las aves irrumpen la serenidad del musgo,
el silencio primigenio de las piedras.
La flor estalla endosada de diamantes,
la sierra acoge en su magnificencia
el sueño de las nubes. Canta el río.
El sol escribe en jade,
la cromática razón
de su poética.
Estalla el día.
|