22.Nov.2024
DE DOLOR INMISCUIDO
(Del libro Flor de cáncer)
De dolor inmiscuido, sabe el margen
y la sangre de los ríos, la piedra,
el fuego, la caverna, los hechizos,
la obsidiana, la vía, el sacrificio,
los vestigios rupestres, la muralla,
el acueducto en la sed, la cantera,
la naturaleza, la mortal verdad,
la mujer que derrama al mundo un hijo.
De felinas tragedias inmiscuido
y la muerte, fluye el tiempo, los pasos
como heridos, entre incisivas fauces
y la gravedad sutil que esclaviza
dócilmente, la voluntad del agua,
la mirada despeñada entre cuervos
y espejos de amargo miedo inmiscuido
en la garganta de la voz y el filo
de idénticos destinos, traza el agua,
brechas y naufragios que fluyen tierra
abajo, entre asesinos cocodrilos
de pirañas mitos.
El infinito
inmiscuido en la piel cometa en vilo,
polvo de inmaduras estrellas, repta
la vid gravedad que arrebata y pudre
la manzana, la granada de sueños,
la amorfa vida de esperanzas, tierra
agrietada en la sequía, la sangre
negada de la flor y la fragancia,
voz sin partitura, sin letras páginas,
el libro inmiscuido en dolientes ojos
y hierros que asfixian la frente, el presente
y el futuro amputado en la distancia,
guillotina del pasado, sin alas,
sin labios, sin voz, sin canto el violín,
la nota flauta al borde del colapso,
la palabra herida, inmiscuida en tardes
que transitan al linde de la cripta,
lágrimas en territorios de hubiera
la mano, la cantera levantado,
los castillos de sueños fracasados.
De angustia inmiscuido el roble. Injerto
de parasitas lianas, quebrantado,
profanada la belleza, la fronda
luce la tristeza, el néctar amargo,
la copa elegida, la fantasía,
la cereza mágica, el sorbo, la isla
de nostalgia inmiscuida, el tiempo vano,
el vestigio en labios, el sabor, la ausencia,
la vida incierta, la espina en la lengua,
el vagabundo perfumado de heces,
el niño que en semáforos asfixia
la inocencia, la locura entre manos,
la rabia en boca, la llameante daga
bifurca en la moral, la herida, el hambre
de la vida en los suburbios, la mano
destellando la diamante vanidad,
la opulencia florida, como pólvora
en humo, la moneda al aire infecta,
…y la belleza…
En noches inmiscuida
arde la tragedia. Insomnes espadas
penetran la frente, la fiel soledad
de cuervos enlutada.
Troya en llamas,
patria ultrajada, esclava realidad,
arquitectura adentro desplomada,
sangre filantrópica de miseria
coronada, de plegaria inmiscuida,
de crucifijos oxidados, clavos
aprendidos y dioses traicionados
en multitud de atracaderos santos
y el patíbulo que el dedo percute
a imagen y semejanza.
¿De él?
Del absoluto inmiscuido. Arde el poeta,
derrama al tiempo orquídeas primaveras,
siembra en surcos, la espiga, el arte, el canto,
la belleza…
la libertad, el vuelo
insurrecto del poema, la palabra,
la herejía de letras, la escritura
en piel longevidad de la cantera,
alfabeto que de lejos linterna
el día, el erotismo de la flor,
conciencia, árbol de imaginación,
génesis de palabras, lenguaje,
poesía, tierra, arado, semilla, sol.
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