31.Dic.2020
OBRA MAESTRA
Por
Sergio Alarcón
Un misterio asir en el golpe del martillo
y la pincelada, la realidad fractal y matemática,
sobre el rostro al óleo y la fuerza precisa
en el cincel que esculpe, sobre el mármol,
la obra maestra.
Un misterio asir un puño de moléculas,
comprimidas hasta la cohesión más rotunda
de un clavo de acero, un misterio tan real,
como alzar el martillo a la altura de la frente,
y errar, el golpe que atina, la uña del pulgar.
Un misterio colgar en el clavo ensangrentado,
la obra más amada que brota desde el corazón
y el encanto de la mirada. Un misterio gozoso,
tu cuerpo que habita la respiración
de estas cuatro paredes y el espejo
y el insomnio de las ventanas,
cual lienzo arde en el marco apolillado
de los ojos y el silencio, como un suspiro
o un lamento, una grieta sangra en la pared,
como la mayor obra maestra.
Un misterio, la voz que asciende,
para asir, una copa de tu sangre.
Un misterio, el fuego y la llaga que supura
en la sintaxis, la dulzura de tus pechos
que iluminan, la perfección de tu silueta.
Un misterio, la voz que asciende,
para asir, una copa de tu sangre.
Un misterio, el fuego y la llaga que supura
en la sintaxis, la dulzura de tus pechos
que iluminan, la perfección de tu silueta. |