Raquel
Huerta-Nava
Naturaleza muerta
vegetal
Perfilo aromas de cantárida
en el código de la extrañeza:
letras muertas
al filo de una sábana.
Tu cuerpo calcinado de deseo
martirio de la carne
tatuaje de la
restricción
(pulir la imperfección
en los instantes)
Florezco en tu cuerpo desnudo
donde el azul furtivo
es el canto de las alas
que hiere la dorada piel de los desiertos.
(de Tramontana)
Rue de
Saint Michel
Sombra entrepernada con la carne
tu cuerpo que en el mío se estremece
qué infiernos de la fiebre
qué soledades nos habitan
en la cúspide absoluta de la llama
atajo de la
muerte
retorno de la piel humedecida
(era preciso hundirse
para lamer el fondo del pantano)
estallan ardientes los jilgueros
destilan la semilla de la luz:
un glande cubierto de rocío
suculento fruto contenido
flor de incendios
saeta helada
bala expansiva del deseo.
(de Tramontana)
Metales alados
La vida toma aviones y se
aleja
sale de día, de noche, a
cada instante
hacia remotos aereopuertos.
Eugenio Montejo. Muerte y memoria
Para transgredir el tiempo
escapar de su transcurso
(fugacidad de la materia)
es necesario ascender
en cuerpo y alma.
Simultánea elevación de la carne
y el espíritu
hacia
celestes carreteras
urdimbre de turbinas
fugaces jardines de la luz
silueta de las nubes
breve espejismo de la eternidad
propio del viajero del aire
abajo, transcurre la tierra
discontinua
mapa de Babel.
(inédito en libro)
Evocación de Granada
1
Estremece aires en la
fronda
fino resplandor de
otro plumaje
círculos mudéjares
para tu lento
amanecer
tras los anchos
muros y tus calles de cal y canto
eres ciudad dorada
cielo e infierno de mi vida
resguardas el
fulgor de un hálito encantado
florecido bajo el
tenue manto del laurel
y la suave caricia
de la albahaca.
2
Tu cuerpo de
sólidos encajes
pasión de
arquitectura lujuria de tus muros
sublime textura del
amor.
El canto de la
fuente al centro de tu origen
protegido por
leones de cantera
mudos testigos de
tu aliento.
Ah, ciudad
perfeccionista,
palabra suave y
ademanes refinados
visitarte es cruzar
el umbral de todos los misterios
alcanzar la cima
del pensamiento humano
que refulge en la
sangre de tus hijos.
3
A un rincón
culpable de luz y melodía
llega el tumulto de
los gritos
ensordece al mundo
andamios colgados
de un suspiro
el paso continuo de
la gente
colmada de odios /
anhelos / esperanzas
cada vez / otra
vez / siempre
algunas veces ciega
/ sorda / muda
frente al acto /
palabra / pensamiento ajeno
como si la
desolación.
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