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 EXPOSICIÓN ITINERANTE EN HOMENAJE A FEDERICO GARCIA LORCA A 70 AÑOS DE SU ASESINATO

Intervención inaugural del representante de la Embajada de Chile en México, el señor Roberto Ubilla, Primer Secretario

Discurso inaugural del Presidente Municipal, el C.P. Ricardo Bravo

De la charla del curador de la exposición Tito González

La muestra recuerda el crimen político del que fuera objeto el andaluz en obras que ilustran su poesía

y su canto a la tierra, al pueblo, a las cosas simples, poesía con la que se solidarizaba con las minorías discriminadas: los perseguidos, los gitanos, los negros, los judíos, los moriscos...

Con esta exposición Tulancingo forma parte del recorrido itinerante que va desde Chile y Argentina, a Francia, España y Bélgica hasta Egipto. 

En la Galería de Arte Ricardo Garibay se aloja esta obra desde

el pasado miércoles 25 de octubre y podrá visitarse  hasta el día 7 de noviembre.

De la intervención inaugural de Tito González 

Como muchos chilenos llegué a Lorca a través de Neruda, me estremeció su obra, España en el Corazón, lo relatado por Neruda quedó grabado en mi pequeño corazón de canario. Este hecho sanguinario, este disparo interminable, esta hacha que cae perfectamente en Galicia, en Granada, en Asturias, en Madrid, en las escuelas recién abiertas al lado de la sangre derramada por la metralla, poetas agrupados junto a los soldados, mirando el horizonte de la pólvora. Temporal de sollozos”, pues bien, este texto me dejó anclado para siempre a Lorca y a la España republicana.

Leer a Lorca fue un diálogo de piel que se reconoce y se comprende por debajo de las palabras. Fue para mí una poesía del tacto primordial. 

Como sucede siempre en los movimientos políticos, populares, sociales, éstos son acompañados por una larga primavera poética. La llegada de la República Española contó con poetas como Alberti, Guillén, Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Miguel Hernández. Muchos de sus poetas murieron y otros vivieron un exilio sombrío y creativo. Es difícil imaginar lo sucedido con ese puñado de poetas que, con la segunda República sintieron como nunca la fraternidad y que se dejaron llevar por una generosa impaciencia inventiva. De todos esos inspirados, Federico García Lorca era el más inspirado, el más querido, el más amante, se manifestaba de la manera más vivaz y no sólo producía poesía sino amistad, comunión popular. 

Para Lorca sus más lejanos recuerdos de niño tienen sabor a tierra. Toda su infancia fue pueblo. Las vivencias infantiles junto a su madre quedaron grabadas en su cuerpo. Ser de Granada lo inclinó a comprender y solidarizarse con los perseguidos, con los que no encajan, con los gitanos, los negros, los judíos, los moriscos que todos en Andalucía llevamos dentro, decía Federico.

En Granada el poeta vivió en un lugar lleno de rumores de agua. 

La exposición fue presentada en el museo Casa de los Tiros, prestigioso Museo de Andalucía. Hablar sobre Lorca en Granada a 70 años de su muerte con un leguaje que no sea de la pasión, es imposible, además, sería indigno, porque un hombre como Lorca no se borra con el tiempo. El asesinato de Lorca es un duelo inacabable.

La verdad de Lorca y de la República es más poderosa que las palabras engañosas. A Lorca lo mataron los enemigos de la luz que, en un momento de aciago, dieron en España muerte a los gallos de la aurora. 

La presencia y homenaje a Lorca de parte del grupo Quilapayún en Granada, que dirige Eduardo Carrasco, es justamente, presencia vital para la memoria, ellos demostraron que el talento artístico es también estar con su historia, sus tradiciones, su amor y compromiso con el pueblo. Con el Quilapayún, fuimos protagonistas de los 1000 días más próximos de la fraternidad, días bellos e intensos de la historia de Chile. El conjunto Quilapayún realizó su concierto en Fuente Vaqueros, la ciudad donde nació Federico García Lorca. Ellos cantaron poesía musicalizada de Lorca, entre otras el famoso “Memento”, también canciones en homenaje a la República Española y por supuesto de denuncia al dictador Franco. Fue un momento de emoción y de recuerdos sonoros. 
 

Participan en el homenaje artistas de Argentina, Uruguay, México, Perú, España, Bélgica, Francia, Egipto y una importante presencia de artistas chilenos patrocinados por la APECH (Asociación de Pintores y Escultores de Chile), al igual que la complicidad y amistad de los pintores Alex Chellew, Antonella Gallegos, Alejandro Ortiz, Ana María Navarro, Jorge Martínez, Federica Matta , Husan Said premio nacional de arte de Egipto, Jordi Boldo y el apoyo  decisivo de Coco Legrand, ellos con su solidaridad plena y con sus obras iluminaron la poesía, exaltaron todo aquello que nos hace más libre, más humano, más cercano.

No puedo dejar de destacar a Gracia Barrios, tuve  la oportunidad de ver con qué pasión, amor y talento realizó  la obra a Lorca,  que ha sido la más fotografiada y la más difundida.

Yo creo que los poetas no mueren, los únicos que creen que pueden matar al artista, al poeta y la poesía, son los dictadores. La dictadura de Franco mató a Lorca y el dictador Pinochet a Victor Jara. Lorca a 70 años del fusilamiento -en el camino de Viznar a Alfacar en Granada- sigue siendo la voz y el canto a las cosas sencillas, sigue siendo causa, centro y guía de la imaginación libertaría.

Lorca no dejará de morir, se irá muriendo con los siglos y con nosotros, una muerte basta y profunda de innumerables significados, muriendo primero en Granada, después en Isla Negra, en la casa de su amigo Pablo, en Buenos Aires, Cuba y N. Cork, en el México mágico que lo atraía muriendo sin ritmo aparente, desapareciendo con el ritmo de las estaciones Andaluzas, la de los océanos, de los astros, de los naranjos, de los olivos, y en ellos permanecerá creciendo, estirándose, descansando en su vida, respirando por fin todo el aire y toda la tierra, todo el tiempo, todos los tiempos.

Esta exposición se llevó a cabo gracias a la colaboración de la Embajada de Chile en México, del Senador de la República por el Edo. de Hidalgo Francisco Berganza Escorza, el Presidente Municipal Ricardo Bravo Delgadillo, el Centro Cultural Ricardo Garibay, de los señores Héctor Bitar Haddad, Manuel de la Concha Tagle, J. Manuel Toscana, Pedro Gutiérrez Pérez, Lorenzo Arroyo y la asociación civil culTuralcingo, A.C.