(Diario Plaza Juárez, 10/Nov/2009)
Carta al Presidente de Tulancingo
César Cruz
Cuando la vaca se enoja aunque la ‘mamanten’.
Como tulancinguense me encuentro muy consternado por los hechos ocurridos el jueves 5 de noviembre. Esto tras la protesta de comerciantes establecidos en el cruce de la Avenida Juárez y la calle de Hidalgo, por el cambio en el sentido de la circulación en esta última arteria. Mi consternación, desde luego, tiene varios motivos.
En principio y si bien los manifestantes bloquearon un cruce importante, hay que hacer notar que una de las principales causas de la problemática vial en el centro de la ciudad es la instalación del tianguis de jueves y otras vendimias en sus calles. Esto sin que la administración a su cargo -tampoco las anteriores- hayan tomado cartas en el asunto, buscando alternativas viables para todos, y no aquellas que privilegian a ciertos sectores, como es el caso de distintas organizaciones de comerciantes en la vía pública.
Privilegios que son más notables cuando esos grupos de comerciantes no cumplen con la normatividad aplicable en cuanto a medidas de protección civil y uso de suelo. En tanto, al comercio establecido, como contribuyentes cautivos, se les multa y clausura por no cumplir con una reglamentación evidentemente obsoleta –el Bando de Policía y Gobierno vigente data de 1996-, que ya no responde a la dinámica actual de la actividad económica del municipio. Bueno sería por tanto, señor presidente, que en lugar del afán recaudatorio que existe, su administración se avocara a perfeccionar y modernizar este instrumento regulador, conjuntamente con el cabildo
Por otro lado, quienes en su momento criticamos al plan de vialidad recientemente implementado, lo hicimos no únicamente por el elevado costo del proyecto sino también por la superficialidad del análisis usado para su elaboración. En otras palabras, es poco adecuado poner a la vialidad como eje de las actividades cotidianas de la población del municipio y la estructura urbana de la ciudad, pues por el contrario el tránsito de vehículos se deriva de ellas. Además, la última modificación importante en materia de vialidad ocurrió en 1986, es decir, se pretende modificar la inercia social y económica construida en más de dos décadas.
Una de las acciones emprendidas fue prohibir el estacionamiento de automóviles sin considerar que no existen suficientes alternativas. Por ejemplo, el mercado Juárez, el mercado Municipal, distintas instituciones bancarias y algunas plazas comerciales no cuentan con espacios de estacionamiento para sus usuarios. A pesar de ello no encuentran trabas para operar, como se pretende hacer con otros comercios establecidos económicamente menos influyentes.
Otra consideración relevante sobre este penoso asunto, es la actitud de algunos de los integrantes de su administración. Actitud que desenmascara su vocación porril. Sr. Presidente, le sugiero que les instruya para que dejen de lado las prácticas intimidatorias y mejor apelen al dialogo y la tolerancia. El horno no está para bollos dada la situación económica por la que atravesamos, y mal hacen quienes le atizan al conflicto.
Finalmente, también sería bueno, Sr. Presidente, que en lugar de usar a la fuerza pública en contra de ciudadanos trabajadores y responsables, los esfuerzos de su administración se concentraran en combatir a la delincuencia común, que tiene en las calles del centro de la ciudad uno de sus principales puntos de actividad.