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De
tolerar y tolerancia
Tolerar
y tolerancia,
términos que se han
prestado a interpretaciones erróneas y actitudes en consecuencia. Ha
habido quienes han asumido que al ser la intolerancia una actitud de
desprecio hacia otros, entonces indiscriminadamente asumen que el
que es intolerante de los niños es un ser sin compasión, o que el que no
"tolera" la música en altos decibeles es intolerante y por tanto
incomprensivo, cuestión esta última que por muy ridícula que suene
se escucha por ahí sobre todo entre adolescentes pero también en
adultos en situaciones similares, aseveraciones que excusan más bien
chantaje que ignorancia. Si tomamos la frase tal cual, 'intolerante
de los niños' es simplemente alguien que no tiene paciencia para
“consentir” a los niños y no precisamente alguien que los maltrata,
y el que no tolera los altos decibeles muy probablemente tiene un
problema en el órgano auditivo.
La libertad de una persona termina
donde comienza la de los demás, así el respeto, por lo que no
tenemos por qué tolerar niños que nos brincoteen en el regazo, nos
griten al oído y nos tiren la soda, no tenemos por qué tolerar que
nos impongan escuchar música de altos decibeles o ver una película
que no
nos agrada, mucho menos tenemos por
qué tolerar que nos insulten o nos impongan una ideología o
creencia, ni que consentir en un desempeño humillante.
Ahora bien, si es
un deseo nuestro, muy personal, consentir a un niño aunque nos tire
del pelo, rayonee nuestros documentos y le lance la pelota de futbol
al jefe, o aceptar ir al antro a escuchar música estruendosa, esto
es
otra cosa y ya no tiene nada que ver con la tolerancia sino
más bien con tolerar por complacer, por darle gusto al otro.
Y si es nuestro deseo tener un hijo o cinco, nos gusten los niños o
no, es nuestra obligación educarlos y tener la paciencia que un
infante requiere para su aprendizaje y desarrollo, y esto tampoco tiene nada que
ver con tolerancia ni con tolerar en el sentido de
aguantar, consentir, sino con tolerar en el
sentido de comprender las necesidades de un niño.
Por consiguiente, no podemos llevar estos términos hasta el
significado que más nos convenga o al que más publicidad se le ha
dado. Sí es posible y probable que una persona intolerante de los
niños sea alguien que no los respete e incluso los maltrate, pero no
necesariamente, por tanto, no podemos asumirlo partiendo de esta
sola frase, es necesario revisar el contexto. O ¿qué tolerancia
vendría a ser la de aquel que acusa de intolerancia cuando él mismo
es quien no respeta el gusto o las sensaciones del otro?
Como dijera Voltaire (aunque parece ser que no lo dijo exactamente
así), "podré no estar de acuerdo contigo pero defenderé hasta con mi
vida tu derecho de decir lo que piensas".
En el
Diccionario de Uso del Español de J. María Moliner, éste nos dice:
Tolerar, “Consentir”. No oponerse quien tiene autoridad o poder
para ello a cierta cosa: “Tolerar los escándalos en la vía pública.
No tolerará que le insulten. (...) No oponerse, por abandono, a las
extralimitaciones de alguien ‘Sus padres le toleran demasiado’.
De tolerante, nos dice ‘quien tiene la capacidad de
tolerar’.
De tolerancia, nos dice ‘Capacidad mayor o menor para
tolerar,’ y sólo en esta entrada nos habla del respeto hacia
las opiniones y prácticas de los demás:
Cualidad o actitud del que respeta y consiente las opiniones ajenas.
(El DRAE, aunque en diferentes términos, nos da las mismas
definiciones.)
Y esta acepción es la que
se extrae como tolerancia para la Declaración de los
principios sobre la Tolerancia: ‘el
respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las
culturas de nuestro
mundo, de
nuestras formas de expresión y medios de ser humanos’ y no como otra
cosa.
Tal y como lo
señala esta declaración de principios en el apartado 1.4,
...
practicar la tolerancia no significa tolerar la injusticia
social ni renunciar a las convicciones personales o atemperarlas.
Significa que toda persona es libre de adherirse a sus propias
convicciones y acepta que los demás se adhieran a las suyas (...),
los seres humanos (...) tienen derecho a ser como son,(...)
significa (...) que uno no ha de imponer sus opiniones a los demás.
Entonces, tolerancia, además
de la acepción de "soportar, sufrir", tiene la de respetar, aceptar
y apreciar; y a intolerancia, además de las connotaciones de
sus contrarios -no soportar y no respetar- se le suma la de
transgredir, dañar, perjudicar a otros, como es la xenofobia, el
racismo, el clasismo, se puede tomar la definición que nos da la
asociación española
Movimiento Contra la Intolerancia, MCI
(http://www.movimientocontralaintolerancia.com):
La INTOLERANCIA es el marco
mental, la raíz de donde brotan actitudes sociales, políticas,
económicas o culturales, y conductas que perjudican a grupos o
personas, dificultando las relaciones humanas. Se podría, en
consecuencia, definir como todo comportamiento, forma de expresión o
actitud que VIOLA o DENIGRA los derechos del prójimo, o invita a
violarlos o negarlos.
Tales como
(...) racismo y xenofobia,
sexismo y homofobia, antisemitismo e integrismo, (...)
ultranacionalismo (...) y totalitarismo (...)
En resumidas cuentas, tolerar,
tolerante e intolerante, de acuerdo con los diccionarios, se
refieren a consentir, permitir, complacer, y sólo el sustantivo tolerancia
y su contrario, intolerancia, se refieren a ambas acepciones.
Con estas definiciones, nos
percatamos, entonces, de que la 'tolerancia cero' de Giulliani en
Nueva York que se pretendió instaurar en el Distrito Federal en
2002, la cual se interpretó como una política de 'arrebatar a los
delincuentes sus derechos humanos', en realidad se refiere a ambas
acepciones, tanto a anular los derechos humanos de los delincuentes
como a no consentir, no permitir la delincuencia, por lo que
era preciso buscar otros términos o aclararlo.
Cristina de la Concha, 10 de diciembre, 2006 |
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