En este momento activistas en todo el mundo se
movilizan para apoyar a Julian Assange, en un
acto desesperado, lograr que no sea extraditado
a E.U., ya que el viernes pasado el Ministerio
del Interior británico anunció que se habría
firmado tal decreto. Cuenta con 14 días para
apelar, días en que se espera asimismo contar
con la forma que lo libre de esa sentencia. Su
extradición a Estados Unidos significa que este
país le impute 175 años de cárcel si se le
declarara culpable de una fuga masiva de
información confidencial estadounidense.
Assange, de origen australiano, programador, periodista y activista de
internet, es el fundador, editor y portavoz de Wikileaks, organización
mediática sin fines de lucro que
publica información anónima y documentos
filtrados con contenido sensible en materia de interés público, preservando
el anonimato de sus fuentes.
En 2012, se refugió en la embajada de Ecuador en Londres para evitar su
entrega a Suecia que quería interrogarlo por presuntos delitos sexuales que
él ha negado. El presidente ecuatoriano le retiró el refugio en su sede en
2019 y ahí fue detenido por la policía británica, fue sentenciado a prisión
en el Reino Unido por haber violado los términos de libertad condicional que
se le concediera en 2010.
Sus partidarios han creado plataformas de apoyo por su libertad y en apoyo
de WikiLeaks, como
www.freeassange.com,
www.freewikileaks.eu y
www.freeassange.es, por considerar que
la acusación por la fiscalía
sueca de violación, abusos sexuales y coacción es falsa, que la
intensificación de la búsqueda de Assange coincidió con la publicación por
parte de WikiLeaks y otros cinco órganos de prensa de cables diplomáticos
confidenciales estadounidenses, que provocó la indignación de Estados Unidos
y de los países afectados por las revelaciones.
La circunstancia de Julian Assange es una persecución abierta por el solo
hecho de haber revelado información de interés público, información a la que
toda la sociedad tenemos derecho, por lo tanto es un ataque no solo a la
libertad de expresión, sino también al acceso a la información y al derecho
a la verdad, por lo que a todos nos atañe. Esta persecución deja un
precedente peligroso para el periodismo de investigación.
El grupo de organizaciones de la sociedad civil que ha estado trabajando e
impulsando la agenda de protección a personas alertadoras en México,
conformado por ARTICLE 19 Oficina México y Centroamperica, Fundar, Poder y
R3D, publicó, en abril pasado, que las personas alertadoras juegan un papel
relevante para exponer violaciones graves a derechos humanos y, por tanto,
deben ser protegidas y no condenadas:
La revelación de información por Assange “se
trata de un ejercicio de libertad de expresión (…) lo que permite la alerta
de violaciones graves a derechos humanos. La información exhibida por
personas alertadores es fundamental sobre todo para denunciar acciones y
omisiones de un Estado que comete violaciones a derechos humanos y actos de
corrupción.
“Los whistleblowers o personas alertadoras son una figura reconocida como
una necesidad imperante a efectos de proteger una diversa variedad de
derechos y libertades de personas que conviven en una democracia, además de
contribuir al combate a la corrupción y las malas prácticas.
“Los mecanismos de protección deben reconocer la calidad de la persona
alertadora con miras a establecer una protección adecuada de conformidad con
las circunstancias en las que se dio la revelación de la información.”
El congresista republicano por Texas Ron Paul es el primer
político estadounidense que se expresó públicamente a favor del fundador de
WikiLeaks, Julian Assange, porque «en una sociedad libre se supone que
sepamos la verdad» y manifestó que «En una sociedad donde la verdad se
convierte en traición a la patria, entonces estamos en graves problemas».
En 2010, el periodista de investigación John Pilger y el director de cine Ken
Loach, entre otros, se ofrecieron a pagar una fianza. Pilger declaró que «(Assange)
ha estado realizando la labor propia de un periodista y merece el apoyo de
las personas que creen que la democracia se sustenta en el libre flujo de la
información». Asinismo, Michael Moore aportó 20 mil dólares para
la libertad bajo fianza de Assange y puso sus servidores, página web y
nombres de dominio a disposición de WikiLeaks.
El gobierno de Australia exculpó en 2010 a Julian Assange de las
filtraciones de información. Declaró que el responsable legal es el autor
inicial de las fugas, así como el propio gobierno de Estados Unidos, que
perdió la información. También brindó a Assange ayuda consular durante su
encarcelamiento en el Reino Unido y se mostró preocupado por las amenazas de
muerte recibidas por el fundador de WikiLeaks.
Lula da Silva, el presidente de Brasil en 2010, defendió a Wikileaks y
la libertad de expresión, y señaló que la detención de Julian Assange atenta
contra la libertad de expresión.
En 2010, el diario inglés The Guardian informó que un miembro de la
oficina del mandatario ruso declaró a los medios de su país que «el público
y las organizaciones no gubernamentales deberían pensar cómo ayudarlo» (en
referencia a Assange), después de que este fuera detenido por la policía
inglesa hace dos días, «quizá postulándolo al Premio Nobel de la Paz». El
diario británico considera que la decisión parece centrarse en un análisis
previo en el que Rusia considera a WikiLeaks más dañino para los Estados
Unidos que para ellos.
John Sulston, biólogo molecular y Premio Nobel de Medicina o Fisiología de
2002, ha sido uno de los avales de Assange para su puesta en libertad. El
tecnólogo Don Tapscott, creador del término wikinomía, apoya la filtración
de Wikileaks. El 28 de diciembre de 2010 el Gobierno de Wirtland (un país
virtual) concedió la ciudadanía a Julian Аssange, como un signo de apoyo y
reconocimiento de sus logros. El jurista español Baltasar Garzón lidera la
defensa de Julian Assange y Wikileaks.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió el viernes la
liberación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, cuya vida corre
peligro, según organismos de derechos humanos, por la tortura psicológica a
la que habría sido sometido en una cárcel de Reino Unido. E hizo pública la
intención de darle asilo. Sin embargo, el secretario de Relaciones
Exteriores Marcelo Ebrard, explicó que por el momento Assange no podía
aceptar la oferta de asilo, "por razones procesales", pero que mantienen
contacto con sus abogados. AMLO dio a conocer la carta que envió en el año
2020 al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidiéndole que
considerara el indulto para el fundador de Wikileaks.
En enero de 2020, el relator especial de las Naciones Unidas sobre la
tortura (UN Special Rapporteir on Torture) afirmó que se estaba creando un
sistema para asesinarlo. Posteriormente, pidió al presidente estadounidense
saliente que lo indultara para rehabilitar "a un hombre valiente que ha
sufrido injusticia, persecución y humillación durante más de una década
simplemente por decir la verdad".
Julian Assange
estudió matemáticas en la Universidad de Melbourne entre 2003 y 2006, y no
llegó a graduarse. Lo han descrito como autodidacta y conocedor en ciencias
y matemáticas. También ha estudiado filosofía y neurociencia. Representó a
su universidad en la Competencia Nacional Australiana de Física en 2005.