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A principios de 2017 comencé apublicar mis poemas adjetivados, es decir, esta serie de poemas cuyos títulos adjetivan el género al que corresponde el texto que encabezan. Los primeros se publicaron en el libro En una suerte de poemas, pero debí haberlo titulado Un poemario adjetivado o Un poemario a la suerte. Estoy preparando En una suerte de poemas II o El Poemario Sorteado. Pronto saldrá a la luz mi libro de cuentos, al que, siguiendo esta idea de adjetivar géneros, intitularé Un cuenteario contravertido, y mi próxima novela ahora en proceso intitularé Una novela pasional.
.poema natural. 9.Abril.20
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alegro adagio y andante.
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30.Julio.20
.poema en caída libre. De .En una suerte de poemas II.
Cayeron en la oscura noche en falacias en un hoyo negro y no en la cuenta de su propio abismo
desde lo lejos ella luz enviaba sobre esa cuenta que en rojo encendido y en serpentinas y en confetis por los suelos saldos traería
en la vendimia poema y pluma y pincel y cincel y cuerda y letras y libracos mal hallaron como quien dijo miedo que si para vivir no podía en mercadeo se exhibía
de éstos abundaron en esa tierra santa de perversos invadida donde la ella ella a espadazos de luz derribaba hipocresías en poetas montadas poetas perseguidos acosados usados contra ellos mismos
en esa tierra santa donde en almas versadas perversos seres echaban cerrojo a yerros lacerantes, los mismos versados sus muñecas extendían pues ilusos fallaban a favor de aquellos que falacias prometían
descubrió la ella ella uno que espía en las alcobas en zumbido entraba y en su aguijón hendía vahos putrefactos mientras en persona con tenaz poema promover ofrecía, mas decepción no fue tanta como sorprender a una que con su dicción a sus oyentes deleitaba hincada en el piso frente a un ser de cencerro silenciado de un cuello pendiente por corte inadvertido con acerina hoja angosta y larga empuñada que gotas carmín escurría y la ofrendaba salpicada en ritual, rescató la ella ella a ese inocente ser de silenciado cencerro que en manos del mal perecía y con amor y perdón a la Luz lo guió y con amor y perdón desató los nudos que esa voz enlazara
duros tiempos aquellos en que la ella ella luchaba y vanos sonaran a ellos sus insistentes avisos sobre el saldo en rojo que habrían de pagar, y más tonta era la deuda de algunos pues por pagar la aumentaban
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