ACRACIA

Así como el “baile diabólico” del cancán logró desquiciar a la sociedad mexicana de los últimos años del siglo XIX, nuestro país sufre el día de hoy el desquiciamiento de la inseguridad y la violencia, tal vez comparable a los albores de la llamada Lucha Revolucionaria, momento en que dicha manifestación artística ya no causaba  sorpresa.  Cuando pienso en ese  Movimiento Armado no  puedo evitar hacer mención de todas las mujeres que plasmaron en periódicos y revistas sus pensamientos y deseos protestando por el momento que estaban viviendo. Innumerables documentos  testifican la participación activa de muchas de ellas a través de la pluma. A la manera de todas esas inolvidables luchadoras deseo manifestar la siguiente reflexión con motivo del próximo 20 de noviembre: No estoy de acuerdo con que esta memorable fecha se cambie de día  -ni ésta, ni otras celebraciones oficiales-  por importante que sea la intención. Mi país tiene raíces, tal vez yo sea sólo una pequeña hoja del inmenso árbol que forma el MÉXICO actual. Admiro todas las celebraciones que he heredado, aunque no esté en total acuerdo con varias de ellas, continuaré fomentando su conocimiento y difusión, con la esperanza de que este mi entrañable pueblo recupere la alegría de vivir que nutrió mi lejana niñez en que el día 20 de noviembre festejábamos con júbilo un aniversario más de la Revolución Mexicana.

Mariluz Suárez

Dramaturga

Noviembre de 2010