Atropello
al Café Bossanova
con exorbitante suma por uso de suelo
Único
centro cultural independiente de
Guanajuato, Gto., obligado a cerrar
Guanajuato, 11 de enero de 2008.
Señora
Directora:
El ayuntamiento panista de Guanajuato,
encabezado por el yunquista Eduardo
Romero Hicks, hermano del ex gobernador,
Juan Carlos Romero Hicks, exhibido por
Álvaro Delgado como dirigente de El
Yunque, ha tomado una serie de medidas
que sólo conducen a la destrucción del
único centro cultural independiente de
la ciudad de Guanajuato, el Café
Bossanova. La justificación es, dice el
ayuntamiento, regularizar los negocios
que trabajan con mesas en la vía
pública. Lo curioso es que sólo
"regularizan" a los negocios de la Plaza
de San Fernando, donde está nuestro
café, mientras hay decenas de bares y
restaurantes en otros lugares más
céntricos de la ciudad donde estas
medidas no se aplican. Pero la razón
real es el repudio hacia nosotros porque
somos de izquierda: aquí fueron
recibidos los zapatistas en el año 98,
participamos en la recepción al
Subcomandante Marcos en el 2006 y nunca
hemos ocultado nuestra simpatía por
Andrés Manuel López Obrador y en
particular porque no olvidan que en el
2004 publiqué, en mi columna Caza de
Citas, una respuesta a un desplegado de
prensa en el que la bancada panista
local apoyaba el desafuero a López
Obrador. Texto que me costó el trabajo
que desempeñaba como redactor en el
periódico local Correo. Y si no me
censuraron antes fue porque el trabajo
de escribir esa columna no me lo
pagaban.
Ahora, el ayuntamiento nos comunica
oficialmente que debemos más de 400 mil
pesos por derecho de uso de suelo en vía
pública durante diez años, que sólo
podemos trabajar con tres mesas
cuadradas de 0.75 metros.
El Bossanova es un negocio familiar que
ha encabezado Aracely Velázquez, esposa
del que esto escribe, desde hace diez
años y es nuestro modus vivendi y
patrimonio. Por lo tanto declaramos:
1.- Que no perjudicamos ni hemos
perjudicado absolutamente a nadie en los
diez años de existir, ni siquiera
estorbamos el tránsito peatonal, para
que se nos quiera perjudicar tan
bárbaramente.
2.- Hemos colaborado con el municipio
aseando diariamente, durante los diez
años, la parte de la plaza de San
Fernando al frente de nuestro negocio y
realizando constantemente actos de
cultura: talleres literarios, lecturas
de poesía, clases académicas,
exposiciones de pintura, etc., trabajos
y servicios que corresponden al
municipio.
3.- Que somos una fuente de empleo
aunque pequeña –en este momento se
sustentan económicamente de este negocio
ocho familias, además de las dos que
usufructúan la propiedad del
Bossanova–, pero que a lo largo de
diez años hemos dado trabajo a decenas
de habitantes de la ciudad.
4.- Que nuestros servicios han sido
extraordinariamente bien apreciados
tanto por los guanajuatenses como por
los extranjeros que han venido a la
ciudad, prueba de esto es que nos han
recomendado –por encuesta a los
viajeros, sin costo para nosotros– en
diversas publicaciones, como la Guía
Turística de Japón, la revista
Routard de Francia, el famoso diario
New York Times y la guía
turística Lonely Planet de
Estados Unidos. Además somos la única
crepería en la ciudad, modestamente sea
dicho, a pesar de que muchos han
intentado levantar creperías con fuertes
capitales. Todos han fracasado.
5.- El ataque contra el Café
Bossanova contradice la proclamada
política de los gobiernos panistas, el
federal, el estatal y el municipal, pues
con la destrucción del Bossanova
se promueve el desempleo, se crea un
vacío en los servicios turísticos, se
ataca a la cultura. Y
6.- Que este redactor, en caso de ser
necesario, se pondrá en huelga de hambre
en protesta por este acto intolerante,
autoritario y destructivo.
Atentamente: Jesús Ortega Rodríguez (Pterocles
Arenarius)
Muchas
gracias.