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Conozcamos nuestros pueblos originarios:
Los seris
una colaboración de
Ernestina Ramírez Escobar
Fotografía
y poema; Ernestina Ramírez Escobar
Agenda Indígena 2015
REGIONES INDIAS, Enero, 2015,
AIPIN
De los Pueblos
Originarios
Manifiesto
de San Ildefonso o
Manifiesto de Chantepec-Mangu
Participan de los Pueblos Originarios de Acaxochitlán, del
Movimiento Indígena Nacional, la Unión Latinoamericana de Escritores
en el 6º Festival Hñähñu en San Ildefonso
De las
Lengua Originarias
por
Cristina de la Concha
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Conozcamos nuestros pueblos originarios:
Los seris
una colaboración de Ernestina Ramírez
Escobar
Los seris es uno de los pueblos
originarios de Sonora, estado norteño mexicano, con su propia
cultura, sus ritos y costumbres. Se localizan frente a la costa
central del estado, el Golfo de California, y en la isla Tiburón, en
una área aproximada de 211.000 hectáreas, en las poblaciones de El
Desemboque, municipio de Pitiquito, y Punta Chueca, municipio de
Hermosillo.
La mayoría de los miembros del grupo
son hablantes fluidos de la lengua seri, (cmiique iitom). La palabra
Seri es de origen desconocido, pero sus miembros se denominan
a sí mismos comcaac, en singular: cmiique. El número de personas en
el grupo continúa en crecimiento. En 1952 se registraban 215
personas; en 2006, más de 900 (según el gobierno seri).
En la
época prehispánica, el territorio de los seris se expandía
entre las cadenas montañosas, el desierto de Encinas y el
Golfo de California. Al Sur, el territorio llegaba hasta el
río Yaqui, al Norte hasta el desierto de Altar, al Este
llegaba hasta Horcasitas y al Oeste llegaba a ocupar islas
cercanas como Tiburón, San Esteban, Patos y Alcatraz. Por
ser un pueblo nómada, los seris recorrían un área que
corresponde a catorce municipios actuales de Sonora. Se
cree que en esa época, el pueblo seri estaba organizado en
seis bandas, divididas a su vez en clanes. De manera
cotidiana, no existían las figuras de jefe de clan ni de
banda, los cuales eran nombrados únicamente en épocas
extraordinarias como la guerra, o tiempos difíciles de
escasa recolección, caza y pesca. Sólo era nombrado para
cumplir tal función el individuo más capacitado. El papel de
la mujer seri era encargarse de la recolección que
garantizaba el sustento diario.
Los
comcaac eran la antítesis de lo que buscaban los
conquistadores españoles: su territorio no era fácilmente
aprovechable, no tenían riquezas acumuladas, no producían lo
suficiente para hacer redituable la conquista y no eran
apropiados como mano de obra para cultivar y servir, ya que
desconocían esas actividades. Por ello, los seris
conservaron durante más tiempo que otros pueblos indígenas
su autonomía y su cultura. Durante el periodo colonial, los
contactos más estables se dieron entre los seris y los
jesuitas, quienes intentaron concentrarlos en el pueblo de
seris (hoy colonia Villa de seris en Hermosillo) para
evangelizarlos y enseñarles labores agrícolas. Ninguno de
sus esfuerzos tuvo éxito y los comcaac siempre regresaron a
la vida del desierto, por lo que fueron considerados como un
grupo belicoso, dedicado al pillaje, robo y matanza del
ganado de los blancos. Los españoles primero y los mexicanos
más tarde, reaccionaron ante los comcaac con políticas de
exterminio, lo que condujo al aniquilamiento casi total del
grupo. Sin embargo, los seris nunca fueron formalmente
conquistados y, menos aún, evangelizados y pacificados
durante esa época. Poco a poco fueron confinados a una parte
de su territorio, diezmados en su número y obligados a
aceptar intercambios no siempre ventajosos con los
colonizadores no indígenas.
Ya para
el periodo independiente se había desarticulado el sistema
de organización de bandas y habían perdido casi la totalidad
de sus dominios en la tierra continental. No obstante, fue a
lo largo de los dos primeros tercios del siglo XIX cuando
fueron más perseguidos y prácticamente aniquilados tanto por
los soldados como por los rancheros mexicanos, quienes
mediante la nueva tecnología podían utilizar los recursos
naturales que aún quedaban en manos de los seris; algunos de
éstos lograron huir y refugiarse en la isla Tiburón. |
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De acuerdo con los ciclos de
pesca, la localización de algunos habitantes seris o sus
familiares puede variar, entre todos los campos pesqueros
distribuidos a lo largo de 100 km de litoral.
Sus
principales ritos están vinculados con el nacimiento, con el
inicio de la pubertad y con la muerte; sus canciones y
relatos giran en torno al mar, los tiburones, las zorras y
las antiguas hazañas de héroes y guerreros.
También
tienen un maquillaje para diferentes momentos dentro de sus
fiestas que duran cuatro días con sus noches, los cuales
son:
La
Ceremonia de la pubertad: es el más común de los ritos,
(antiguamente se efectuaba para ambos sexos). En la
actualidad sólo se realiza para mujeres. La fiesta consiste
en exponer a la mujer-luna en una casita de ocotillo;
purificándole el cabello con agua de mar, y alegrando el
evento con bailes de Pascola y juegos para hombres y mujeres
El Año
Nuevo Comcáac: Es costumbre también celebrar el año nuevo
Comcáac cada luna nueva de julio. La forma como se confirma
el calendario empírico es por medio de ciertos cambios en la
vegetación, el clima y por la aparición de ciertas
constelaciones. La fiesta se festeja igualmente con danzas
de Pascola, juegos para hombres y para mujeres.
La Fiesta
de la Canasta: la celebración de la canasta grande se
efectúa cuando una mujer Comcáac concluye el tejido de una
canasta o “corita” de gran tamaño. La fiesta es organizada
por su madrina y los juegos y danzas de Pascola son
ejecutados por la gente de la comunidad. La fiesta culmina
con el lanzamiento de regalos o bolo por parte de la
tejedora.
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La
escasez de agua y animales para la caza, además de diversas
enfermedades, fueron los factores predominantes para que los
seris abandonaran su refugio en la isla Tiburón y volvieran
a incursionar en tierras continentales, primero para ser
contratados temporalmente por comerciantes de pescado y
rancheros, después para establecerse definitivamente. Entre
las causas externas que permitieron su retorno con éxito
está principalmente la crisis de 1929, que provocó grandes
migraciones de pobladores empobrecidos hacia ciudades y
centros agrícolas del Norte y nororeste del país, lo que
aumentó el consumo de pescado y otros productos marinos de
menor precio que la carne de res. Desde ese momento, los
seris empezaron a tener como elemento esencial de su
economía el intercambio comercial y la utilización del
dinero en sus operaciones de mercado. Con ello se inicia un
periodo en el cual se suceden con mayor velocidad y
profundidad los cambios en su estructura organizativa y
cultural. |
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Fiesta de
la Caguama de los Siete filos: Hasta hace pocos años, cuando
un pescador capturaba una caguama de siete filos también
celebraba una fiesta tradicional a fin de ahuyentar la mala
suerte, pues para los Seris el espíritu de este animal es
muy poderoso y merece el mayor respeto. Los Seris creen que
hace mucho, cuando la Tierra era joven y estaba sujeta a
muchas inundaciones, la caguama de siete filos, el pez vela
y la mariposa nocturna eran miembros de la misma familia.
Aunque antes nadie moría, ellos vieron morir a la primera
persona. La caguama, que era un personaje femenino, acababa
de perder a su hermano y tenía la cara manchada porque
lloraba su muerte. Se dice que la caguama de siete filos
entiende a los Seris cuando éstos le hablan a través de los
cantos tradicionales, pues la consideran otra persona Seri;
por lo tanto, cuando se capturaba a una de estas enormes
tortugas, los ancianos le pedían que se quedara para que
pudieran alegrarla con su fiesta. El canto con que los
ancianos comienzan el ritual de la caguama de los siete
filos dice:
Moyai ya
hizxohacaya (Aquí es el lugar a donde te estamos invitando)
Moyai ya
hizxohacaya (Aquí es el lugar a donde te estamos invitando)
Zeemeiquiquitjhizxohacaya (Las puertas de nuestras casas
están aquí, apuntando hacia el crepúsculo)
Zeemeiquiquitjhizxohacaya ” (Las puertas de nuestras casas
están aquí, apuntando hacia el crepúsculo.) |
A su
retorno de la isla Tiburón los seris se establecieron a lo
largo de la costa, hasta que en 1936 el entonces presidente
de la República, general Lázaro Cárdenas, atendiendo a sus
demandas de apoyo, promovió su organización en cooperativas
de pescadores, les proporcionó el equipo necesario y los
concentró en el poblado de Bahía de Kino. Sin embargo, al
irse colonizando cada vez más este poblado por pescadores no
indígenas, los seris se trasladaron a Desemboque, usando
como campamentos ocasionales algunos campos intermedios.
Cada poblado tiene instalaciones escolares para estudiantes
de nivel preescolar, primario, y secundario. |
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Durante
los cuatro días de celebración la caguama permanecía libre
bajo una pequeña estructura de ocotillo, donde le adornaban
el caparazón con símbolos de poder (líneas rectas y
quebradas, y puntos) mientras los ancianos hablaban con ella
para agradecerle su presencia. Al cabo de la festividad, si
la caguama no había muerto, los ancianos le pedían que se
hundiera en el mar tras la séptima huella de ola para
desaparecer en lo más profundo, donde nadie pudiera hacerle
daño. Se dice que entonces la caguama así lo hacía. Mujeres
y hombres lloraban al verla partir, pues la consideraban una
persona de su pueblo que se despedía para siempre. Si la
caguama había muerto, entonces comían su carne y se
limpiaban los huesos para decorarlos como símbolos de poder. |
A través de un camino de
terracería al sur, la población de Punta Chueca se comunica
con el poblado de Bahía de Kino. Hacia el norte, una
carretera une a Desemboque con la ciudad de Puerto Libertad.
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Asimismo, en su filosofía,
encontramos que si ellos tocan un objeto, su esencia se les
transmite, convirtiéndose en su pertenencia, por lo cual no
lo desechan como basura.
La
pintura facial Conca´ac es un exquisito diseño de líneas
delgadas, rematadas por puntitos en el rostro humano. El
dibujo cruza la cara sobre las mejillas y la nariz, pasando
por debajo de los ojos. Los colores son rojo (que significa
la muerte), el blanco (la suerte) y el azul (el mar).
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En 1970, fue
reconocido su territorio cuando el presidente de la república les
dotó en ejido una franja costera de 91.000 hectáreas, lo que
corresponde al 0,5% de la superficie total del estado. En 1975, con
varios decretos más, el mismo presidente declara el Estrecho del
Infiernillo como zona de pesca exclusiva seri y les otorgó
simbólicamente como posesión comunal la isla Tiburón, ya decretada
en 1963 como zona de reserva ecológica.
Paisaje del alma
Mis huellas lamen arenas
cuando camino esta tierra
de pitahayas y sahuaros,
tierra seca que contempla
la línea cóncava e imprecisa
que azulea la tarde
Bajo la sombra del mezquite
el halcón peregrino reposa
la mirada antes de emigrar
llevando el sol entre las alas
El aire cálido bailotea
entre palo fierros t torotes
y busca la ardilla un hueco
fresco entre las piedras
Paisaje de Sonora en el desierto
el código secreto del tiempo
escrito con humedad y sangre
La mirada del tecolote
en el sueño de las etnias
Paisaje para el alma
que entrega el orgullo
en un suspiro
Ernestina Ramírez Escobar
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