.poema acullá.
De
.En una suerte de
poemas
II.
Mas los hedores
de la penumbra la ella ella
a lo lejos contemplaba
felinos y caninos la invocaron
pues no sólo a humanos
ni solo quedaba el aporreado
pues el vencido
de su poder malhabido,
como igual continuaba
y en lances se apostaba
a oscuros vahos
en su plan atacar la fauna
en su comarca tan amada
A pesar del vencido
los hedores se dispersaron
llegaban unos del norte
de chamanes conocidos
llegaban otros del oeste
pues su urgencia era
apresar a su comarca
y de uno por uno
fueron sobre sus pobladores
con elevados hilos de humo
avanzaron desde sus porros
Invocar a la Luz
pregonaba la ella ella
mas fueron sordos
muchos de ellos
y otros menos
porque la injusticia era
que esos vahos
por largo tiempo permitieron
ahora cómo los sacarían
Sólo la Luz respondería.