Escritora y Promotora Cultural
Cristina de la Concha
Después de haber aterrizado del
vuelo que inicié a partir que usted tuvo a bien invitarme a
participar en el 2º Encuentro Latinoamericano de Escritores en
Tulancingo, Hidalgo, me permito manifestarle mi agradecimiento
porque dicho evento me ha permitido interrelacionarme con
escritores de muy alta calidad humana y gran oficio en las
letras. En Tulancingo fue altamente satisfactorio el
acercamiento con grupos de estudiantes en su propia aula,
compartiendo la lectura de textos poéticos y los comentarios de
los estudiantes lo que fue muy nutritivo para mi actividad
poética, también el haber estado en el parque de la Floresta con
la lectura, la música, la pintura, acercó definitivamente a la
gente, demostrando con ello que el arte, si se quiere, está al
alcance de todos, no importaron las tardes nubladas ni la falta
de luz eléctrica para que las personas ahí reunidas se
mantuvieran en su lugar muy atentas a lo que sucedió en la
plaza. Sin embargo, al interior del encuentro se le notaba a
usted un tanto “acelerada” moviendo garrafones de agua en su
carro y trayendo y llevando café, azúcar y vasos a las sedes del
evento y solicitando que cambiáramos de sede del hotel al
“rancho” porque los recursos ya se estaban agotando y habría
sido necesario compartir más de dos personas en una sola
habitación. Eso, en lo personal, me causó molestia y no entendí
en el momento la necesidad del cambio ‒cuando usted ha estado
trabajando por y para estos encuentros sin recibir honorarios y
con un gran esfuerzo por lograr un reconocimiento de las letras
y de los que nos dedicamos a ellas‒, por lo que, aunque tarde,
le ofrezco mi disculpa al tiempo que le reitero mi respeto y
agradecimiento esperando volver a tener la oportunidad de
asistir a estos encuentros que definitivamente enriquecen tanto
al escritor como a la comunidad con la que se comparte.
Saludos a posteriori
Félix Pacheco