Si bien Tulancingo anteriormente había
hecho acto de presencia en este tipo de actividades, con ocasión del 3er
Encuentro Internacional de Escritores en Salvatierra, Guanajuato tuvo la
oportunidad de compartir con los más de ochenta escritores que se dieron
cita del 2 al 4 de febrero de este 2006, a través de los siete artistas
invitados y que la representaron con una muestra que reunió letras,
plástica y música: los poetas
Armando Muñoz,
Marco Ísgar,
Omar Roldán
y Ricardo Luqueño, quien sustituyó a José Eugenio
Ramírez que no pudo asistir, y la cuentista
Cristina de la Concha,
enriquecidos con la presencia de
César Blancas
y
su obra pictórica y la de Rubens con su
música y su canción; todos ellos, en esas tierras guanajuatenses,
hicieron resaltar nuestra ciudad a nivel nacional e internacional en el
ámbito del arte y la cultura desatando vivas y aplausos, comentarios
favorables a lo largo del encuentro e invitaciones
a participar en otros foros.
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Con José Agustín, (de
izq. a der.) Rubens, Arcel Muñoz, Marco Ísgar (atrás) Ricardo
Luqueño, Cristina de la Concha y César Blancas. |
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Chauvinistas
pero simpáticos, los poetas tulancinguenses se refirieron a su
patria chica como "antesala del mundo" y adjetivos del estilo que
dejaron una estela de comentarios agradables entre los
participantes. |
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Cristina de la Concha |
También esta página web,
Tulancingo
cultural,
tuvo presencia en este encuentro donde le dedicaron
un espacio a su presentación.
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Esta página
recibió la
invitación para
su grupo
cultural meses antes y tramitó los para la asistencia a este encuentro
en el contexto colonial guanajuatense, la asistencia fue posible gracias a la
invitación del Presidente
Municipal de
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Ricardo
Luqueño. Leticia Herrera a su derecha.
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En las mesas de lectura, Ricardo Luqueño, un joven no muy conocido
pero chispeante y vivaz, poetizó gatos y prosificó
A la sombra de un Pirul. |
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Arcel Muñoz
impregnó la sala con su
Judith,
y
la sangre que escurre de un árbol
yerto/ la lanza que empala un sueño/ las tijeras que cercenan los
días conmovió
a los presentes.
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Omar Roldán y Arcel
Muñoz |
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Omar Roldán
se hizo oír
navegante de mares de argamasa,
desbaratando
amores con el
ojo
del cíclope estelado
y pescando metáforas
con sus
redes lúdicas de la tarde que muere
y de
sus
cuatro letras muertas,
mientras que
los versos de Marco Ísgar pasearon deambulantes, a veces presurosos
y turgentes, cálidos y trémulos en su voz escudriñadora contagiando
al público sus imágenes. |
Cristina de la Concha
discurrió entre la paradoja y la sorpresa desde la
Historia de una
perdida
hasta su
Al pie de la letra,
contoneando su
Pulque para dos
–lo más
representativo de nuestra región expuesto en este foro– que dejó una
huella del terruño en los oyentes. Los lienzos de
César Blancas
vistieron de luz y color esta participación tulancinguense que
completó su armonía con la música y la inspiración metamorfósica de
la canción urbana de Rubens.
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