UNAM y
UdeG se pronunciaron contra la división y la violencia
Los rectores de las casas de estudios señalaron que es necesario fortalecer
las relaciones universitarias para encarar los escenarios global y nacional
Los
rectores generales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de
la Universidad de Guadalajara (UdeG), Enrique Luis Graue Wiechers e Itzcóatl
Tonatiuh Bravo Padilla, respectivamente, se dieron cita para debatir y
reflexionar acerca de los retos existentes entre las relaciones políticas,
económicas y sociales que afectan al país, y emitir una declaratoria
conjunta como parte del coloquio “Los acosos de la civilización. De muro a
muro”, que se ha desarrollado en ambas casas de estudio.
Los dos
rectores alzaron la voz para manifestar su rechazo a todos aquellos grupos,
tanto materiales como simbólicos, que busquen impedir el diálogo y la
solidaridad. Señalaron la necesidad de fomentar el respeto a la diversidad y
la protección de los derechos civiles por medio de las instituciones, así
como la de crear políticas ambientales informadas y responsables.
Entre los
valores democráticos en riesgos señalados por ambos rectores, resaltó la
incapacidad de algunos gobiernos para responder a las exigencias de la
comunidad, junto con el reto que implica combatir la desigualdad y la
pobreza mediante un proyecto económico diferente que sea adecuado a las
necesidades sociales y productivas.
Otro
punto mencionado fue el riesgo que corre la libertad de expresión ante el
creciente número de periodistas asesinados en México. El tema, dijeron, debe
ser de interés no sólo gubernamental, sino también para la ciudadanía y las
instituciones en conjunto. “La vocación de las universidades públicas es
fomentar convenios cívicos y democráticos como la igualdad, la libertad, el
respeto a la diferencia, la solidaridad y la investigación científica”,
señaló Enrique Graue. Con esto, añadió, se puede contribuir en el combate al
ascenso del racismo y el tratamiento irracional del medio ambiente.
El uso
retórico de la caída del Muro de Berlín, en 1989, como sinónimo de esperanza
y bienestar, fue contrarrestado con el muro pensado por el presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, el cual se construye como una metáfora del
odio y el desprecio. “Con o sin muro tenemos problemas bilaterales que
debemos resolver. Es cierto que se ha creado una gran ciudadanía entre las
dos naciones, pero también es cierto que tenemos grandes retos como el
narcotráfico y el crimen organizado”, declaró Bravo Padilla, quien también
sentenció que para los problemas binacionales deben existir soluciones
binacionales.
El
dirigente de la UdeG además expresó que la pretensión de Trump ha generado
un importante tejido en las relaciones institucionales y las universidades
mexicanas y extranjeras. De no atender estos temas, insistió, se llegará a
revertir el capital académico y científico que se ha buscado rescatar.
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