.poema al fin.

 

De .En una suerte de poemas II.

 

 

 

 

 

al fin de ese mal

y el conjuro se disolvió

y la Luz estuvo ahí

para ese angustiado

y llorante pueblo

para la ella aquella

y otros pueblos

solidarios que miraban

desde lejos

desde tierras al norte

y al sur y al este

y el oeste

porque la noticia corrió

y seres de luz

de lugares distantes

invocaron y pidieron

y sanación enviaron

y lucharon contra este mal

y en los embates junto a ella

hombro con hombro

pelearon y la sostuvieron

y barreras construyeron

poco a poco

día a día un ladrillo

y abrazaron a este pueblo

y sembraron flores

 

porque de este mal

los enemigos aprovecharon

tratos celebraron

por enriquecerse

y alcanzar el poder máximo

y atacaron a la ella ella

alarbes y aporreados

consanguíneos y políticos

originarios y falsas amistades

feroces y con odio

con burla con desdén

de la sujeción

 

ella trucos ideó

nuevos que desbarataron

hechizos lacerantes

y de seres de luz llegaron

polvos y magias

 

ella ella se rehizo en luz

por expulsar ese intruso

que la energía

con malas artes

y hartos alardes

en la lucha extenuante

cansancio y flaqueo

la ella ella espantaba

como moscas

y la Luz logró llenarla

y de su alma desterrarlo

una madrugada fría

fue cuánta su alegría

la inundó a la vez

y gusto y contento

y así en el pueblo

y aquellos del mundo que a la Luz

el amor y el perdón se asían

y en los cervae

 

y la ella aquella agradeció

y se le concedió

que este mal caería

en su propio mal

en sí mismo

y su propia maldición

ese hombre sufriría

si el conjuro de nuevo

su mente concebía

 

 

 

 

 

 

 

 

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