.poema
en arco y flecha.
De
.En una suerte de
poemas
II.
El alarbe desde su silla
dirigía los embates
por dañar a la ella ella
por atraparla en sus garras
lanzaba lazadas
y a sus cercanos
con manganas los colocó
a obligarlos con sentimientos
de sangre en las venas
a su progenitor
y hermanos en línea
segunda y tercera
–y de línea
segunda y tercera–
y su adorada génita
atados a atarla,
–su adorada génita
que con atadura
en permanencia vivía–,
sentimientos encontrados
en choque explosión
con humo colorido
de la Xiut presente
–y de gran dolorido–
en manganas la colocó
fue el embate duro
que días y días duró
de lágrimas por infancia
y vida que creció,
fiero ataque
que reforzaban
escribientes vendidos
y poetas atrapados,
mas a la tristeza sobrepuesta
ella muy ella la respuesta
dio y en el clavo
a sus querellas de ayeres
perdidos y los lisonjeros
cuánto urgió recordar
cuanto cedió y recibió
por nudos desatar
cuán dura la batalla
y lecciones en enormidad,
cuánto amor hubo
de lanzar por librarse
incólume de tales daños
en floreo de reatas
de perdón y luz
a los malhechores aquellos
que rodeaban la silla del alarbe,
el malévolo y perverso
que sin alma ni corazón
con otros de sus raíces mismas
en secrecía lucubraba
por juntos ritos celebrar
por su filia agria conservar
y reinante hacerla continuar
en ese año siguiente
de aquella época de guerra
tramposa y traicionera
de esa guerra los frentes
aun tan humeantes
pérfidos y rastreros
tenían de frente
derrota inminente,
momento de crueldad mayor
sin embargo,
y entrega a la lucha cruenta
forzaba a los pobladores de luz
que con sus arcos y flechas
luz amor perdón disparaban
estoicos y aguerridos
por alcanzar la justicia
y la paz tan anheladas
cristinadelaconcha@hotmail.com
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