PROTESTA CONTRA OPERATIVOS MILITARES
en el ESTADO HIDALGO
La Academia Hidalguense de Educación
y Derechos Humanos A.C. (ACADERH)
levanta una protesta contra los
operativos miliares realizados en
diversos puntos del estado de
Hidalgo y hace un llamado de
atención sobre las amenazas a los
derechos humanos que implica que
elementos militares patrullen las
calles y suplanten a las fuerzas de
las corporaciones policiacas
locales.
Por
Desde Abajo
Pachuca.-
Ante el inusual despliegue de
células del Ejercito Mexicano y de
la 18° Zona Militar asentada en el
estado de Hidalgo, realizado los
días 6, 7 y 8 de junio del presente
en las principales ciudades de la
entidad, la Academia Hidalguense de
Educación y Derechos Humanos A.C. (ACADERH)
quiere llamar la atención sobre los
riesgos que implica que elementos
militares patrullen las calles y
suplanten a las fuerzas de las
corporaciones policíacas locales.
En un comunicado de prensa, la
asociación recuenta que Hay
antecedentes recientes en ciudades y
estados (Sinaloa, Michoacán,
Chihuahua, Veracruz, entre otras) en
que el poner elementos militares en
funciones de seguridad pública, ha
ocasionado lamentables sucesos
relacionados con los derechos
humanos, puesto que los elementos
militares no están facultados ni
capacitados para hacer funciones de
vigilancia, ni persecución de
delitos.
El operativo se realizó en las
ciudades de Pachuca, Tulancingo y
Apan, desplegando a más de 250
elementos que conformaron patrullas
para recorrer distintos barrios y
colonias de estas ciudades. Se sabe
que estos convoyes dispusieron de 50
vehículos Hummer y 2 helicópteros de
la Fuerza Aérea Mexicana. Los
elementos castrenses iban equipados
con chalecos antibala y armas de
alto calibre.
Sorprende y preocupa que en la
ciudad de Tulancingo las patrullas
del Ejercito Mexicano hayan
“desarmado” y “despistolizado” a los
elementos de la policía municipal,
hecho en sí mismo peligroso, no sólo
porque no le fue informado a las
autoridades municipales, sino porque
puso en riesgo la seguridad de los
habitantes de la segunda ciudad más
grande de la entidad.
Las acciones realizadas en este
operativo militar fueron la
“revisión de vehículos” y la
introducción en las casas, sin
contar con orden de cateo y sin
orden de aprehensión alguna. Ante
las llamadas de preocupación, temor
e incomodidad que recibimos, la
ACADERH plantea que las acciones del
Ejército Mexicano no se encuadran en
lo que dispone la Carta Magna,
relativo a las funciones militares,
ni tampoco a lo que dispone el
artículo 16 constitucional y demás
alusivos al debido proceso y las
garantías individuales.
También los “retenes” dentro de la
ciudad de Pachuca (Bulevar Bonfil y
el establecido en la carretera
Pachuca-Tulancingo) no son
constitucionales puesto que
interfieren la libertad de libre
tránsito de los ciudadanos (Artículo
11 constitucional). La CNDH ha
declarado que los “retenes” no
tienen sustento legal (11 de octubre
de 2007), pero se siguen
estableciendo.
Al respecto, organizaciones de
derechos humanos de la Huasteca y
Sierra Hidalguenses, vienen
impugnando la constante presencia de
“retenes” e “incursiones” militares
en municipios y comunidades
indígenas de esa región. El pretexto
ha sido la búsqueda de “gente
armada” en caminos vecinales,
veredas y sembradíos, lo cual
constituye una perturbación a la
vida cotidiana de los pobladores de
la región y un aumento en la presión
sobre los grupos y organizaciones de
defensa de la tierra, mismos que
podrían ser blanco indirecto de los
militares.
Llama la atención que las
autoridades civiles hayan declarado
que el operativo sea “normal” o
simples “revisiones de rutina”. No
son normales, puesto que son hechos
inusuales, ni son rutinarios, porque
no se han realizado con
anterioridad.
En mayo de 2008 altos funcionarios
de seguridad pública estatal, habían
señalado que sólo si se “recrudece
la inseguridad en Hidalgo se pediría
la intervención del ejercito
federal”. Ante el patrullaje del
ejército, se debe explicar e
informar a los ciudadanos el grado
de riesgo en que se encuentra el
estado de Hidalgo y sus habitantes.
Los hidalguenses tenemos derecho a
conocer las condiciones de seguridad
para así tomar las precauciones y
previsiones pertinentes.
Manifestamos nuestro desacuerdo en
catalogar como “normal” el que el
Ejército patrulle las calles de
nuestras ciudades.
Por lo anterior la ACADERH solicita
a las autoridades civiles de
Hidalgo, ejecutivas, legislativas y
judiciales:
1° Mantener estrecha relación con
las autoridades federales para que
los dispositivos de seguridad sean
mutuamente coordinados, y no
suplanten a las corporaciones
policíacas locales
2° Vigilar que los despliegues
militares cumplan con actos
establecidos por la ley e impedir
que causen temor y zozobra entre los
ciudadanos o vulneren las garantías
individuales establecidas por la
constitución y
3° Informen y expliquen a la
población civil de Hidalgo el
alcance y duración de estos
operativos así como también el grado
de seguridad pública en la entidad.