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La Momenta
Se acerca el fin de año, diremos adiós a lo que sucedió y a lo
que no sucedió, a los proyectos pasados pero con sus gratos
recuerdos para alimentarnos en los futuros, con las expectativas
de los viejos, renovadas, con los ímpetus mismos que nos
hicieron concebir aquellos para llegar
a los nuevos, a este futuro cercano de 2011.
Entre esos momentos revitalizantes está uno, muy recordado
y, sin embargo, relegado al final, no por deseo propio, sino
por falta de tiempo y algunos datos. Fue aquel
aquel que nos recreó
Xiluén Zenker
de la Concha
en el Tecnológico de Monterrey.
Ahí
estuvimos,
entre otros artistas,
Agathokles,
Carlos H. Vázquez y esta servidora
invitados por Xiluén
a una lectura en voz alta en el mes de marzo, de lo que
ahora les doy una muestra en este vínculo de hípertexto.
Y aquí van
también otras lecturas, de las que organiza el compañero Eric
Marváz, que siempre energetizan, en el Distrito Federal, y las
presentaciones de Tributo a Sabines, he aquí que estamos
todos reunidos,
en el D.F.,
en el Centro Cultural José Martí frente a
la Alameda Central,
y
en el Museo de la Ciudad en la calle de
Pino Suárez.
Y tengo muchas que hubo en este mi bello estado de Hidalgo,
polifacético y tolteca,
en Pulque
para dos en Tulancingo, donde aprovechamos para visitar la zona arqueológica de Huapalcalco, este centro sagrado al que no se le ha dado el
lugar que merece;
en El Thepe,
Ixmiquilpan, donde nos recibió,
a José
Antonio Durand y
esta servidora, la secundaria
"David Alfaro Siqueiros" en el mes de noviembre,
y, en diciembre, la escuela Belisario Domínguez de Actopan
y la
Universidad Politécnica Francisco I. Madero, en Tepatepec,
que quisiera reseñar
pero a
falta de tiempo, será para la próxima.
En el Espacio de Roth festejamos a los
Muertos, donde se preparó una ofrenda muy bella y comida típica
para la ocasión, Ágatha y Agathocles realizaron un
performance, entre otras presentaciones especiales, y estuvieron, además de los que ya forman parte de
estos eventos, Felipe Gaitán, La Catrina, Raymundo Manzanárez,
Jacinto K'anul, esta servidora, y... ¡leímos!... fotos aquí
con un clic.
Entre lectura y lectura,
reflexionaba, quien aquí teclea, sobre las familias,
La familia no se
escoge,
pero ni
escogiéndola se tiene garantía del entorno perfecto,
preocupémonos por cultivar las relaciones en estas fiestas.
Les anticipo que este 28 de diciembre, la Lectura por la Paz
fue bellísima, reinó la camaradería, leímos muy a gusto en
el café Brujas de la calle de Bucareli donde nos
anfitrionaron con riquísimos canapés, Eric Marváz nos
ofreció un exquisito vino, Pterocles nos "obsequió" con
treinta minutos extras a los habituales, Raymundo Manzanárez
nos quiso contar otra 'mini' novela y ya no lo dejamos, en
fin, fue una oración de arte por la paz.
Sean felices y reciban un abrazo grande de esta página web.
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