26.Diciembre.17
Cristina de la Concha
Poema sacudido
Y
partió la ella aquella
De
tantos males
que a sus puertas llegaron
sólo una vereda
de
salida
la
de su tierra
propia halló
y
así males enajenó
porque no fue
que aojamientos
únicos vapulearan
sus ventanas y tuberías
sus lienzos y linos
sino por igual sus frutas
y
alimentos
el
agua que bebía
y
los vendedores
de
sus recaudos
los galenos de sus cuidados
las rúbricas de sus pliegos
que manos suficientes
no
tuvo para luz verter
en
todo ello
porque los entes
en
su maldad plasmada
con cargos adquiridos
miedo sembraron
que nadie se negaba
a
daño causar
por repeler el daño
a
ellos mismos
pues a toda costa
su
luz hurtar querían
y
así fue que se fue
a
sacudirse el mal
con la distancia
y
otros vientos
otros soles
otras lunas
que la libraran,
a
esperar mejores tiempos,
que entes abusivos
pararan sus aojos obsesivos
cuando no tuvieran más
el
miedo como látigo
en
mostradores y oficinas
y
los reclutas
bajo sus órdenes
vareando a la comarca
y allá desde la lejanía
su luz afanosa vertía
a los pobladores
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