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Según leí
por ahí, todavía existen personas que piensan que
gracias a los "cinturonazos" que recibieron en la
infancia, no son delincuentes. Realmente quien cree esto
está justificando los golpes que debe estar dando a sus
hijos, motivo por el que en algunos países, como EUA, se
pueden retirar a los niños de sus padres e, incluso,
prohibirles verlos. |
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La competencia, muy
promovida en estos tiempos como palanca para salir
adelante, en realidad es un fuerte estímulo de la
vanidad, el egocentrismo, la soberbia, y, por tanto, de
la envidia, la rencilla, el rencor. Competir es
compararse. Max Ehrmann nos dice en su Desiderata: Si te
comparas con los demás, te volverás vano y amargado pues
siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que
tú". |
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