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Frase que habla de
un ego tremendo, de un individualismo innegable, característica
que prevalece en nuestros días, muy tristemente, y que parece extenderse y filtrarse por todos los poros y echar
raíces en los más profundos recovecos. Se desató la
controversia y las opiniones no se hicieron esperar. En la red
social Fb, las opiniones, en su mayoría, fueron de aplauso: “sí,
claro, ella fue la que trabajó, no México”, “el esfuerzo es de
ella”, alguien dijo: “no le va a entregar el premio a México,
sería como si uno le entregara a México el dinero que uno gana
trabajando”, dejando entrever que no entendió la pregunta “qué
tanto le pertenece a México” y el país fuera a despojarla del
trofeo.
Evidentemente, hay ignorancia que fortalece al individualismo,
ensoñadora bruma
es la ignorancia.
Entre la controversia, criticaron al mexicano ganador por no
dedicarle un aplauso a México. Hubo quien se puso a calcular en
qué porcentajes estos ganadores deben su trabajo a México, fue
Román Cabeza, en Letras Libres,
http://www.letraslibres.com/blogs/en-pantalla/meryl-streep-orgullo-nacional,
bajo el título
"Meryl
Streep, orgullo nacional",
designándole un porcentaje mexicano a la
destacada actriz, porcentaje que, por cierto, viene a ser
hidalguense.
Yo no voy
tan lejos ni podría, sólo sé que lo que somos todos y cada uno
se va definiendo, cincelando, esculpiendo por el medio en el que
nos desenvolvemos. Así, nacemos con una esencia que nuestros
padres, hermanos, escuelas, amigos, ciudad, cultura, van a
definir, son quienes al unirse en un conglomerado de influencias
en nosotros, en un conglomerado como un cincel, nos van a
dictar, nos van a indicar qué camino tomar, qué carrera
estudiar, dónde trabajar, a qué dedicarnos. Yo soy yo porque
nací en este país, estoy segura de que, de haber nacido en otro,
no sería como soy, ni haría lo que hago, mis padres serían
distintos, modelados de acuerdo con la cultura de ese otro país,
y, entonces, mi vida sería completamente diferente. Y estoy
segura de que esos premios ganados por mexicanos tienen mucho
que ver con nuestro país, para la mexicana keniana su porcentaje
mexicano disminuye y más si se dice que vivió muchos años en
Kenia, entonces, tiene un importante porcentaje del país
africano.
Puedo
interpretar de sus actitudes que quizás ¿están enojados con
México?, ¿por los enormes obstáculos que existen para trabajar,
para realizar proyectos?, pero eso me parecería un enojo para
ser canalizado hacia las instituciones y no al pueblo; o bien,
que ¿por el mismo individualismo, ellos, ya contagiados, deciden
esta actitud con una connotación “revanchística”?; o ¿tal vez es
decepción de lo que el pueblo debiera hacer y no hace?, no suena
tan descabellado, mexicanos individualistas enojados por el
mismo mal que padece la mayoría: individualismo.
Creo,
definitivamente e insisto, que nos falta amor, que amor mata
individualismo, que el pensamiento es “sólo suyo” es lo que
tiene así a cada uno, con sus cosas y rásquense, cada uno, con
sus propias uñas, si el país se desmoronara, cada quien que agarre
su pedacito y a ver quién lo agarra a cada uno porque no puede
un país convertirse en 120 millones de países.
El individualismo,
fata morgana que hace creer que es la forma de
sobrevivir.
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