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Me atrapa el silencio
quebrantado por la lluvia
y los truenos
en este amanecer
en que no acabo
de enlistar
lo que me gusta
y me
gusta hallarte entre mis gustos.
¿Sabes?
: me gustaría gustarte,
si existieras.
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Texto inédito
A la
única testigo de mi osadía:
tu
espalda
Quisiera leerte un poema, el que escribí en tu espalda mientras en la
cama reposabas
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(dorso insensible al ardor del trazo con |
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la pluma); |
quisiera leerte las imágenes que en nuestra desnudez grabé
sobre tu cuerpo
Te leería por primera vez el texto del que no diste crédito estuviera
fundido con la salinidad que exhalabas
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(gotas excretadas en nuestra danza). |
El único poema que jamás reeditaría lo leería en ti, colgando de tus
hombros
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(sendos ángulos que enmarcan la textura de tus
formas). |
Leería metáforas escritas sobre esa hoja que en tu piel hallé
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(página tostada por el sol de tus
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playas) |
y sobre cada verso, en
la lectura, untaría mis labios, cosquilleando tus omóplatos.
Quisiera leerte el poema... pero no puedo: las palabras armadas con los
besos y estrechez de tu cuerpo al mío las borraste al despertar y
enterarte de mi oficio de escribano sobre viva piel:
molesto,
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diluiste mi poema
en una mancha obscura de jabón |
que a tus pies,
bajo el chubasco de un baño,
se filtró
hacia
el
abismo
a
n
a
l
f
a
b
e
t
a
.
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Los huecos de mis manos
derraman perlas y escamas
que lloran
porque el viento
no murmura su descanso
agota sólo su recuerdo.
Sólo agota su recuerdo
el viento
que no murmura su descanso
por eso
lloran
perlas y escamas
que derraman
los huecos de mis manos.
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Ausente
No había nubes rodeando tu sombra
ni gritos que dieran soles al ritmo de tu pecho
No había huellas en la playa del destino
No había lluvia
ni tacto en la memoria
Sólo estaba tu presencia
bifurcada
en el ocaso
de
mis
huesos
y el enigma
comprimido
de tu ausencia
en un fondo gris
con sonrisas de alas muertas.
Huiré
de mis líquidos recuerdos
partiré en el lomo
de la más cercana mariposa
y llegaré
hasta un incógnito martillo
donde a golpes
tus recuerdos
dolerán menos.
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